sábado, 22 de marzo de 2014

TEXTO PARA REFLEXIONAR EN ESTA TERCERA SEMANA DE CUARESMA.

Carta apostólica del Beato Juan Pablo II Novo Millenio Ineunte al concluir el Gran Jubileo del año 200, n.38

En la programación que nos espera, trabajar con mayor confianza en una pastoral que dé prioridad a la oración, personal y comunitaria, significa respetar un principio esencial de la visión cristiana de la vida: la primacía de la gracia. Hay una tentación que insidia siempre todo camino espiritual y la acción pastoral misma: pensar que los resultados dependen de nuestra capacidad de hacer y programar. Ciertamente, Dios nos pide una colaboración real a su gracia y, por tanto, nos invita a utilizar todos los recursos de nuestra inteligencia y capacidad operativa en nuestro servicio a la causa del Reino. 
Pero no se ha de olvidar que, sin Cristo, "no podemos hacer nada" (cf Jn 15, 5)

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