miércoles, 31 de diciembre de 2014

ORACIÓN DE FIN DE AÑO.


Señor, hoy termina un año más en el correr de mi vida,
y muchos recuerdos vienen hoy a mi persona,
momentos de alegría y triunfo, de compañía y amistad,
momentos de trabajo y descanso, de paciencia, tolerancia y perdón, momentos de unidad y fidelidad, 
de paz y serenidad;
pero también vienen a mis 
recuerdos, aquellos momentos que yo quisiera de mi memoria borrar, momentos de angustia y soledad, 
de tristeza y enojo, momentos de prueba y dolor, 
hoy te doy gracias Señor, por ambos momentos que me permitiste vivir, pues con los buenos me doy cuenta 
de tus bendiciones que derramas sobre mí, 
y con los momentos difíciles, así como 
el oro se funde en el crisol, fundido yo a ti,
me ayudas a formar mi persona, 
mi carácter, mi FE, mi AMOR. 
Gracias Señor porque al vivir todos estos momentos 
me siento verdaderamente amado por ti.
Amor que me das y yo en muchas ocasiones no te correspondo, hoy también te pido perdón 
por caer ante mi debilidad, 
pues mi egoísmo, Señor, 
me ciega y no alcanzo a ver el amor. 
Perdón Señor, porque no tuve tiempo para ti, 
pues me dejé llevar por el ritmo de la sociedad.
Perdón Señor, por mi orgullo que no me permitió 
darme cuenta de la nobleza de mis hermanos y 
preferí vivir en mi "yo" antes que donarme con caridad.
Hoy te pido perdón por el bien que, 
pudiendo hacer 
no hice y por el desaliento, 
que en ocasiones tuve para realizar mi misión. 
Humildemente te ofrezco toda mi debilidad,
 para que en tu Cruz se fortalezca
 y sea yo capaz de amar. 
Te pido Señor, que me concedas tu sabiduría
 y tu prudencia para saber actuar 
en cada momento de la mejor manera.
Señor dame tu paz para que pueda 
yo llevarla a los demás 
y ayúdame a ser dócil 
a ti para cumplir tu voluntad,
que sepa descubrirte en cada acontecer y sea yo 
signo de tu amor en este año que está por comenzar.
Señor te ofrezco mi persona y lo que soy, pongo 
en tus manos mi vida para que tu la dirijas haz de mí 
tu discípulo fiel, y caminemos juntos 
este nuevo año que me das.

Amén.

VISITA DE LA RONDALLA "LOS PASTORES DE LA BAJADILLA" A LA PARROQUIA.


En la tarde de ayer, la rondalla "Los pastores de la Bajadilla", ganadora del premio al mejor villancico inédito y cuarta finalista del Concurso de Rondallas de Algeciras, visitó la Parroquia y tras la Eucaristía, cantaron con alegría sus villancicos.

lunes, 29 de diciembre de 2014

ORACIÓN POR LA FAMILIA


Oh, Dios, que en la Sagrada Familia
nos dejaste un modelo perfecto de vida familiar
vivida en la fe y la obediencia a tu voluntad.
Ayúdanos a ser ejemplo de fe 
y amor a tus mandamientos.
Socórrenos en nuestra misión de 
transmitir la fe a nuestros hijos.
Abre su corazón para que crezca en ellos
la semilla de la fe que recibieron en el bautismo.
Fortalece la fe de nuestros jóvenes,
para que crezcan en el conocimiento de Jesús.
Aumenta el amor y la fidelidad 
en todos los matrimonios,
especialmente aquellos que pasan 
por momentos de sufrimiento o dificultad.
Unidos a José y María,
Te lo pedimos por Jesucristo tu Hijo, 
nuestro Señor.
Amén

(Rezada por Benedicto XVI en el V Encuentro Mundial de la Familias.)

DESPEDIDA A VIRGILIO MORENO FORNÉS, DIÁCONO PARROQUIAL, POR JUBILACIÓN.


Hoy 28 de diciembre, en nuestra Parroquia de Santa María Micaela, en la Eucaristía de las once y media de la mañana, que fue presidida por el Vicario representante del Obispo en el Campo de Gibraltar D. Juan José Marina Janeiro y concelebrada por nuestro párroco, el padre Carlos Giménez Albiach, se ha celebrado un homenaje a Virgilio Moreno Fornés, Diácono Permanente, que se despide del servicio activo; persona que ha servido en la comunidad como Diácono durante más de cuarenta años. 
Después de ésta, tuvo lugar una convivencia con los feligreses, donde cada uno llevó un plato con alimentos, y bebidas para compartir. 


domingo, 28 de diciembre de 2014

HOY CELEBRAMOS LOS SANTOS INOCENTES, 28 DE DICIEMBRE.

En el día de hoy, 28 de diciembre, se conmemora a los Niños Inocentes que el cruel Herodes mandó matar. 

Según señala el Evangelio de San Mateo, Herodes llamó a los Sumos Sacerdotes para preguntarles en qué sitio exacto iba a nacer el rey de Israel, al que habían anunciado los profetas. Ellos le contestaron: "Tiene que ser en Belén, porque así lo anunció el profeta Miqueas diciendo: "Y tú, Belén, no eres la menor entre las ciudades de Judá, porque de ti saldrá el jefe que será el pastor de mi pueblo de Israel" (Miq. 5, 1). 

Entonces Herodes se propuso averiguar exactamente dónde estaba el niño, para después mandar a sus soldados a que lo mataran. Y fingiendo dijo a los Reyes Magos: - "Vayan y averigüen acerca de ese niño, cuando lo encuentren regresan y me lo informan, para ir yo también a adorarlo". Los magos se fueron a Belén guiados por la estrella que se les apareció otra vez, al salir de Jerusalén, y llenos de alegría encontraron al Divino Niño Jesús junto a la Virgen María y San José; lo adoraron y le ofrecieron sus regalos de oro, incienso y mirra. En sueños recibieron el aviso divino de que no volvieran a Jerusalén y regresaron a sus países por otros caminos, y el pérfido Herodes se quedó sin saber dónde estaba el recién nacido. Esto lo enfureció hasta el extremo, por lo que rodeó con su ejército la pequeña ciudad de Belén, y dio la orden de matar a todos los niños menores de dos años, en la ciudad y alrededores.  El mismo evangelista San Mateo afirmará que en ese día se cumplió lo que había avisado el profeta Jeremías: "Un griterío se oye en Ramá , es Raquel que llora a sus hijos, y no se quiere consolar, porque ya no existen" (Jer. 31, 15).

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Todavía no hablan, y ya confiesan a Cristo. Todavía no pueden entablar batalla valiéndose de sus propios miembros, y ya consiguen la palma de la victoria”, dijo una vez San Quodvultdeus al exhortar a los fieles sobre los Santos Inocentes, los niños que murieron por Cristo y cuya fiesta se celebra hoy, 28 de diciembre. En el siglo IV se instituyó esta fiesta para venerar a estos niños que murieron como mártires. Posteriormente, San Quodvultdeus, Padre de la Iglesia del Siglo V y Obispo de Cartago (norte de África), dio un sermón sobre este lamentable hecho.
“¿Qué temes, Herodes, al oír que ha nacido un Rey? Él no ha venido para expulsarte a ti, sino para vencer al Maligno. Pero tú no entiendes estas cosas, y por ello te turbas y te ensañas, y, para que no escape el que buscas, te muestras cruel, dando muerte a tantos niños”, expresó.

Más adelante el Santo le señala al rey asesino: “Matas el cuerpo de los niños, porque el temor te ha matado a ti el corazón. Crees que, si consigues tu propósito, podrás vivir mucho tiempo, cuando precisamente quieres matar a la misma Vida”.
“Los niños, sin saberlo, mueren por Cristo; los padres hacen duelo por los mártires que mueren. Cristo ha hecho dignos testigos suyos a los que todavía no podían hablar”, enfatizó San Quodvultdeus.
Recientemente el Papa Francisco habló de los nuevos niños que son víctimas de los actuales Herodes en el aborto, las guerras, el tráfico ilícito, la trata de personas y los abusos.

SOLEMNIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA:JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.

Celebramos hoy, la Solemnidad de la Sagrada Familia, la Familia de Nazaret. No podía ser de otra manera: si el Hijo de Dios se ha hecho hombre como cualquiera de nosotros, tiene que nacer, vivir y crecer en el seno de una familia, la de José y María, modelo para nuestras familias de amor incondicional. La Palabra de Dios nos presenta así a la familia como ámbito de integración y de vida, como núcleo importante en el desarrollo de cada persona. ¡Qué importante ha de ser la familia a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia! 

Las lecturas que vamos a escuchar en este día, tratan las características que ha de tener una familia: el amor, la esperanza, la fortaleza,el respeto, la unión. Además, el Evangelio, nos habla que incluso en medio de las dificultades la familia ha de salir unida hacia
 adelante. Es en periodo de prueba donde se ve la grandeza y profundidad del amor.

La Primera Lectura (Eclo 3, 2-6. 12-14) hace un comentario al cuarto mandamiento: el de honrar a los padres. En el lenguaje sapiencial se equipara a los padres con el anciano, el maestro, el sabio, el hombre de experiencia. En los hijos comporta respeto, servicio y auxilio. Todo ello como lenguaje del amor, que engrandece la relación humana y la orienta hacia Dios. El autor del Antiguo Testamento nos da enseñanzas firmes para que nuestras familias funcionen en el amor y en la esperanza.

El Salmo (127) "Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos" es un canto constante de bendición del hombre justo al Señor Dios. Pero a su vez esa bendición vuelve hacia los fieles convertida en apoyo de Dios al camino de quienes en Él confían. Y ese entrelazamiento de Dios con quienes se entregan a Él constituye esa doble corriente de amor y de ternura. 

En la Segunda Lectura (Col. 3, 12-21) el apóstol Pablo escribe a los colosenses y les exhorta a practicar las virtudes humanas y cristianas como elegidos de Dios. Esto es, ir creando la comunidad cristiana como una familia, en cuyo seno se promueve la fraternidad, una familia nacida de un gran amor. 

El Evangelio (Lc 2, 22-40) nos presenta el cántico y la profecía de Simeón. El “ahora” con el que comienza tiene el mismo significado que el “hoy” del anuncio de los ángeles a los pastores: se ha dado la irrupción total de Dios en la historia mediante el Mesías esperado. Estamos en el tiempo de gracia, en el tiempo en que Dios habla de una manera muy explícita, en su Hijo, a su pueblo. 

Hemos contemplado en esta celebración el amor de Dios encarnado en la Familia de Nazaret. Jesús, María y José nos invitan a descubrir la grandeza y la sencillez de vida y a vivir la experiencia del Amor de Dios en nuestras familias. Que esta fiesta despierte en nosotros el deseo sincero de ser mensajeros de ese Amor en nuestros hogares, con nuestros vecinos, en nuestro entorno. ¡Que disfrutemos de nuestra familia!


Padre DIOS todo poderoso,que quisiste que 
tu hijo Jesús naciera y creciera en el calor 
y en el amor familiar  
al lado de María, y de San José,  
bendice con tu Espíritu 
a nuestras familias cristianas,
que en medio de cansancios y esperanzas,
 dudas 
y alegrías, gozos y temores,ilusiones
y desencantos, caminen hacia Ti.
Haz Señor, que crezca siempre más y más el amor mutuo 
de los esposos y de los padres e hijos entre sí.
Consolida la unión y el amor de quienes llamaste 
al matrimonio y a la familia, y haz que en nuestros hogares, 
se reflejen fielmente las virtudes 
y la sencillez de la Familia de Nazaret.
AMÉN

sábado, 27 de diciembre de 2014

CONOCE LA VIDA DE LOS SANTOS, HOY SAN JUAN EVANGELISTA, EL DISCÍPULO AMADO.

San Juan tuvo la inmensa dicha de ser el discípulo más amado por Jesús. Nació en Galilea y fue hijo de Zebedeo y hermano de Santiago el mayor. San Juan era pescador, al igual que su hermano y su padre, y según señalan los antiguos relatos, al parecer fue San Juan, que también fue discípulo de Juan el Bautista, uno de los dos primeros discípulos de Jesús junto con Andrés. La primera vez que Juan conoció a Jesús estaba con su hermano Santiago, y con sus amigos Simón y Andrés remendando las redes a la orilla del lago; el Señor pasó cerca y les dijo: "Vengan conmigo y los haré pescadores de hombres". Ante este llamado, el apóstol dejó inmediatamente sus redes, a su padre y lo siguió.

Juan evangelista conformó junto con Pedro y Santiago, el pequeño grupo de preferidos que Jesús llevaba a todas partes y que presenciaron sus más grandes milagros. Los tres estuvieron presentes en la Transfiguración, y presenciaron la resurrección de la hija de Jairo. Los tres presenciaron la agonía de Cristo en el Huerto de los Olivos; y junto con Pedro se encargó de preparar la Última Cena.

A Juan y su hermano Santiago les puso Jesús un sobrenombre: "Hijos del trueno", debido al carácter impetuoso que ambos tenían. Estos dos hermanos vanidosos y malgeniados se volvieron humildes, amables y bondadosos cuando recibieron el Espíritu Santo. Juan, en la Última Cena, tuvo el honor de recostar su cabeza sobre el corazón de Cristo. Fue el único de los apóstoles que estuvo presente en el Calvario. Y recibió de Él en sus últimos momentos el más precioso de los regalos. Cristo le encomendó que se encargara de cuidar a la Madre Santísima María, como si fuera su propia madre, diciéndole: "He ahí a tu madre". Y diciendo a María: "He ahí a tu hijo".

El domingo de la resurrección, fue el primero de los apóstoles en llegar al sepulcro vacío de Jesús. Después de la resurrección de Cristo, en la segunda pesca milagrosa, Juan fue el primero en reconocer a Jesús en la orilla. Luego Pedro le preguntó al Señor señalando a Juan: "¿Y éste qué?". Jesús le respondió: "Y si yo quiero que se quede hasta que yo venga, a ti qué?". Con esto algunos creyeron que el Señor había anunciado que Juan no moriría. Pero lo que anunció fue que se quedaría vivo por bastante tiempo, hasta que el reinado de Cristo se hubiera extendido mucho. Y en efecto vivió hasta el año 100, y fue el único apóstol al cual no lograron matar los perseguidores. Juan se encargó de cuidar a María Santísima como el más cariñoso de los hijos; con Ella se fue a evangelizar a Éfeso. El emperador Dominiciano quiso matar al apóstol San Juan y lo hizo echar en una olla de aceite hirviendo, pero él salió más joven y más sano de lo que había entrado, siendo desterrado de la isla de Patmos, donde fue escrito el Apocalipsis. Después volvió otra vez a Éfeso donde escribió el Evangelio.

A San Juan Evangelista se le representa con un águila al lado, como símbolo de la elevada espiritualidad que transmite con sus escritos. Ningún otro libro tiene tan elevados pensamientos como su Evangelio.

Según señala San Jerónimo cuando San Juan era ya muy anciano iba a las reuniones de los cristianos y lo único que les decía siempre era esto: "hermanos, ámense los unos a otros". Una vez le preguntaron por qué repetía siempre lo mismo, y respondió: "es que ese es el mandato de Jesús, y si lo cumplimos, todo lo demás vendrá por añadidura". San Epifanio señaló que San Juan murió hacia el año 100 a los 94 años de edad.

viernes, 26 de diciembre de 2014

CONOCE LA VIDA DE LOS SANTOS, HOY SAN ESTEBAN, PROTOMÁRTIR.

Cada 26 de diciembre la Iglesia Católica celebra al primer Mártir de toda la Iglesia Católica, San Esteban. 

A San Esteban se le llama "protomártir" porque fue el primer mártir de toda la historia católica. San Esteban era uno de los hombres de confianza de los apóstoles; habló y defendió muy bien a Jesús, que entre los judíos generó cierto desconcierto. Por tal razón, la tradición señala que fue llevado ante el Tribunal Supremo de la Nación, el Sanedrín, para ser acusado con falsos testigos, los cuales argumentaron que Esteban afirmaba que Jesús iba a destruir el templo y a acabar con las leyes de Moisés.

Sin embargo, el santo no se atemorizó, y por el contrario, pronunció un impresionante discurso en el cual fue recordando toda la historia del pueblo de Israel (Hechos 7) y a través del cual exhortó a los judíos a rectificar, reprendiéndolos por haber llegado al extremo de no sólo no reconocer al Salvador, sino de haberlo además crucificado.

Llenos de ira, éstos lo arrastraron fuera de la ciudad y lo apedrearon. Los que lo apedreaban dejaron sus vestidos junto a un joven llamado Saulo (el futuro San Pablo que se convertirá por las oraciones de este mártir) y que aprobaba aquel delito. Mientras lo apedreaban, Esteban decía: "Señor Jesús, recibe mi espíritu". Y de rodillas dijo con fuerte voz: "Señor, no les tengas en cuenta este pecado". Y diciendo esto, murió.

Los cristianos lo rescataron y dieron a su cuerpo digna sepultura.

jueves, 25 de diciembre de 2014

NATIVIDAD DEL SEÑOR, 25 DE DICIEMBRE 2014

¡ALELUYA ALELUYA! 
¡HA NACIDO EL SALVADOR!


¡Alegrémonos, hermanos! ¡Celebremos el amor de Dios! En la profundidad de esta oscura y esperada noche,¡Dios ha nacido!  Hoy habla el AMOR, la palabra se ha hecho carne. ¡Dios se ha hecho Niño en Belén! ¿Puede hacer algo más Dios por nosotros? Para este gran momento, culminante y final del Tiempo de Adviento, nos hemos preparado desde la contemplación, la conversión, el asombro, la oración, en compañía de José y de la Virgen María, madre de Jesús y madre nuestra.

La Navidad es más que un sentimiento o una tradición, es el principio de un nuevo amor que Dios quiere compartir con todos nosotros. Las velas de Adviento nos han guiado hasta Belén, hemos visto mil razones para vivir con esperanza, hemos seguido su luz, la luz de Cristo que nos guía e ilumina en nuestro caminar diario, en nuestra vida.

La luz, la salvación, la victoria del Señor se refleja, preciosamente, en el Nacimiento de Cristo en Belén. Las tres lecturas tienen en este día un punto convergente: Dios nos ama.Dios es luz para aquellos que le buscan. Día tras día, hoy en Belén, el Señor se entrega por cada uno de nosotros. ¿Podemos esperar más de Él?




¡Qué hermosos son los pies del mensajero...! nos dice el profeta Isaías en la primera lectura de hoy (Is 52, 7-10) y nos pide que cantemos. Hoy es todo alegría: ha llegado el Señor que esperábamos. Desbordemos de alegría y de amor por todo y por todos. Nuestro día de liberación ya está aquí.

El Salmo (97) "Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios" forma parte de una serie de adoración a Dios en los momentos en los que se esperaba su venida. También los judíos tenían fe sobre que un día el Señor les salvaría. Nosotros sabemos que Dios ha venido junto a nosotros en la debilidad de un Niño. Sabemos que el Señor está con nosotros.

La Segunda Lectura (Heb
. 1, 1-6) nos expone el nuevo plan de Dios. En la antigüedad hablaba por los profetas. Hoy es el Hijo quien nos habla para nuestra salvación.

El Evangelio (Jn 
1, 1-18) nos ofrece el más notable texto de toda la Escritura Sagrada. Es la descripción mas completa de Nuestro Señor Jesús hecho carne y acampado entre nosotros para conocer mejor al Padre.

Tras las lecturas, el padre Carlos en la Homilía dijo que debemos dar gracias a Dios por todo lo que nos da día a día; y nos alentó a vivir con inmensa alegría y esperanza el nacimiento del Señor, que viene a quedarse en nuestras vidas si lo acogemos con amor y humildad. 


La celebración de la eucaristía, estuvo además amenizada por el coro de jóvenes "La Alegría del Camino". Mayores y pequeños,en unión con el coro, acompañaron los villancicos populares cantando y tocando palmas desbordantes de alegría por el nacimiento del Señor, nuestro Salvador.

Para finalizar la Eucaristía, todos los allí congregados, pasaron a adorar al niño Jesús.

Como punto final a esta celebración tan especial, los más pequeños se hicieron una foto con el padre Carlos.


¡FELIZ NAVIDAD!

martes, 23 de diciembre de 2014

PRÓXIMAMENTE... MISA DEL POLLITO 2014, OS ESPERAMOS.


Estimada familia:
Desde nuestra Parroquia de Sta. Mª Micaela 
(La Bajadilla), tenemos el placer de invitarles, a una celebración muy especial, la Misa del Pollito.

Juntos, grandes y pequeños con gran alegría, celebraremos la Eucaristía, esperando impacientes,
con gozo e ilusión 
el nacimiento 
de Jesús, nuestro Salvador.

Esta Eucaristía tan especial,
 tendrá lugar mañana miércoles,
 24 de diciembre a las 17:00 de la tarde.

Esperamos veros allí, para poder compartir y disfrutar con todos vosotros de este gran momento 
en el que nuestros pequeños catecúmenos junto 
a sus catequistas y el padre Carlos, desbordantes 
de alegría, compartirán con el coro 
"La Alegría del Camino" sus cantos poniendo,
de esta forma tan original sus voces 
a una 
Navidad llena de felicidad e ilusión.

Deseamos que la luz de Cristo ilumine 
con su infinito amor vuestros corazones 
y el de vuestras familias.
Nuestros mejores deseos para estas fiestas. 


¡ FELIZ NAVIDAD!

CÁRITAS PARROQUIAL: ENTREGA DE LOS COSTOS DE NAVIDAD.

En la tarde de ayer, se entregaron los costos de Navidad en nuestra Cáritas Parroquial. 

Más de 200 familias fueron atendidas en una tarde, en la que los voluntarios y voluntarias de Cáritas, junto con nuestro párroco,el padre Carlos, comprometidos con la labor de ayudar al prójimo, dedicaron muchas horas de su tiempo y sus esfuerzos para preparar los costos de Navidad que se repartieron.


El padre Carlos, y este grupo de voluntarios y voluntarias hacen posible cada día, una mejor atención y dedicación a cada una de las personas y familias que asisten en estos momentos a nuestra Cáritas Parroquial.

Queremos dar las gracias a todo el equipo de Cáritas Parroquial, por vuestro compromiso, por entender que dar es recibir,por poner vuestras vidas al servicio de los demás, por vuestra labor encomiable. Muchas gracias por estar ahí, iluminando con la luz de la fe y la esperanza a aquellos que más nos necesitan.

--------------- ¡GRACIAS!---------------

lunes, 22 de diciembre de 2014

HORARIOS DE LA CELEBRACIÓN DE LA EUCARISTÍA PARA LAS FIESTAS.

A continuación podéis consultar los horarios de la celebración de la Eucaristía para estas fechas:
  • Celebraremos la Misa del Pollito a las 17:00h de la tarde el día 24 de diciembre, con los niños de catequesis, sus familias y todos los que nos queráis acompañar. 
  • La Misa del Gallo, Misa de Noche Buena a las 19:00h de la tarde del 24 de diciembre, una tarde importantísima para celebrar que por nosotros Dios se hizo hombre. 
  • El 25 de diciembre a las 11:30h. de la mañana celebraremos la misa de Navidad. 
  • El 31 de diciembre (día de Fin de Año) a las 19:00h. de la tarde, celebraremos la Santa Misa y daremos gracias a Dios por el año que termina. 
  • El 1 de Enero (Año Nuevo) comenzaremos el año con la misa a las 11:30h. de la mañana. 

“Viene el Señor vestido de majestad”, 
el Señor te espera en tu parroquia.

domingo, 21 de diciembre de 2014

CAMPAÑA NAVIDEÑA DE CÁRITAS PARROQUIAL " COMPARTE TU NAVIDAD", Y AGRADECIMIENTOS


Cáritas lanzó hace varias semanas la campaña navideña "Comparte tu Navidad"invitándonos a todos a participar ayudando a nuestro prójimo, al que nos necesita, para poder de esta forma hacer más llevadera la situación precaria en la que cientos de familias se encuentran.

Los voluntarios y voluntarias de nuestra Cáritas Parroquial, junto con el párroco,el Padre Carlos, comprometidos con esta labor de ayudar al que lo necesita, están dedicando muchas horas de su tiempo para organizar todo y de esta forma, preparar los costos de Navidad que se entregarán el próximo lunes 22 de diciembre.


Desde Cáritas Parroquial en unión con nuestro párroco ,el padre Carlos, queremos agradecer la colaboración y solidaridad de todos nuestros feligreses, de los trabajadores del Mercadona, del Colegio Campo de Gibraltar, del Colegio San Francisco, de todos los asistentes al festival "Navidad con amor" organizado en el Teatro Florida, de nuestros pequeños de catequesis y sus familias; y del grupo de rondalla de niños, por haber contribuido aportando alimentos en esta campaña navideña "Comparte tu Navidad". Gracias a ellos, vamos a poder atender el próximo lunes a más de 250 familias. 

Sin vuestra ayuda no habría sido posible. 
¡MUCHAS GRACIAS A TODOS!

IV DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO B

Celebramos hoy el cuarto y último domingo de Adviento, sintiendo ya muy cerca la Navidad, la llegada del Dios-Niño. Cada día estamos más alegres, viene el Señor y además lo hace gracias a la obediencia y a la entrega de la Virgen María. Hoy, nuestros ojos, están puestos en la Madre de Dios, en María, ella, hizo y dijo mucho: Hágase en mí según tu Palabra, con su disponibilidad y confianza, hizo posible que Dios se hiciese hombre. La elección de Dios es siempre una gracia, un don, algo que plenifica. El saludo no provoca temor alguno en María; sólo turbación por la magnitud de su contenido. La presencia de Dios es siempre portadora de alegría y de paz; de ahí la invitación del ángel: Tranquilízate. Este saludo vale también para cada uno de nosotros, puesto que somos elegidos de Dios, llevamos con nosotros a Jesús Resucitado. Todo cristiano es portador de Cristo; esto es, portador de la Vida Nueva de Jesús con alegría y paz.


Al encender estas cuatro velas de la corona de Adviento, pensamos en Ella, la Virgen, tu madre y nuestra madre. Nadie te esperó con más ansia, con más ternura, con más amor, nadie te recibió con más alegría. Te sembraste en Ella, como el grano de trigo se siembra en el surco, y en sus brazos encontraste la cuna más hermosa. 


Dios viene a salvar a todo hombre. Ese plan de salvación, que estuvo en secreto durante siglos, ahora se va a realizar con el Nacimiento de Jesús en Belén. Sin la presencia de María, este plan tejido desde antiguo, no se hubiera podido llevar a cabo

En la Primera Lectura (2 Sm. 7, 1-5. 8b-12. 14a. 16) David quiere levantar un templo a Dios para fortalecer su dinastía. Pero no es el rey, el llamado a construir una casa para Dios, que está con su pueblo en todo lugar. Es Dios quien hace una casa para el rey y para su pueblo: elige a sus descendientes y los declara hijos. Por eso, cada rey que nace, despierta la esperanza de que se instaure el reino justo de Dios.

El Salmo (88) “Cantaré eternamente las misericordias del Señor” es, en definitiva, un himno al Dios fiel, al creador de todo y todos y un llamamiento a la fidelidad por parte de sus criaturas. Dios se acerca al género humano y los hombres y mujeres, de ahora y de todos los tiempos, se acercan a Dios para agradecerle su fidelidad. 

La Segunda Lectura (Rom 16, 25-27) nos ofrece una profunda reflexión del apóstol Pablo, quien proclama que el Evangelio es una buena noticia para la humanidad; pero los hombres no habrían podido jamás imaginar su contenido si no hubiera habido una expresa revelación de Dios. Ésta es la experiencia que ha vivido Pablo y la comparte. 

En el Evangelio (Lc 1, 26-38) se nos presenta la anunciación del ángel a María como el cumplimiento de las promesas de Dios al rey David. Y es que Dios es inmensamente libre en la elección de las personas y en la ejecución de los caminos de salvación. Aquí se encuentra con una muchacha, totalmente disponible a su Dios, y ahí se realiza en plenitud su proyecto de salvación. Nos abrimos, con profundo gozo, al anuncio de la presencia del Salvador.


¡Qué alegría sentimos Jesús, al pensar que ya estás en camino! Esperamos tu llegada con impaciencia, eres nuestro sol, nuestra luz. Hoy nuestro Padre Dios nos regala un nuevo día y por ello le damos las gracias, pero sobre todo, por el gran regalo que es enviarte a Ti, su Hijo, para enseñarnos a ser mejores. Nuestra misión es como la de María: dar a Cristo, con nuestras palabras y con nuestra vida, a cuantos nos rodean. 

domingo, 14 de diciembre de 2014

III DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO B

Celebramos hoy el III Domingo de Adviento, Domingo de Gaudete, que quiere decir regocíjaos, estad alegres. Seguimos avanzando hacia la Navidad, que cada día está más cerca. Es, pues,nuestro caminar en la esperanza de encontrarnos de nuevo, con nueva fuerza, con el SEÑOR que nos salva. El tema principal de este tercer domingo de Adviento es la Alegría. Veremos cómo, tanto la Palabra de Dios como el contenido de toda la celebración, es una invitación firme a la alegría. La venida del Señor está cerca.  Expresemos con nuestras palabras, con nuestros gestos y con nuestras actitudes, la dicha que sentimos. Y que nuestra alegría sea de verdad contagiosa. 

Todas las profecías del Antiguo Testamento se cumplen en Jesús. San Pablo, además, nos dice que la venida del Señor es un motivo para estar alegres. Por otro lado, Juan Bautista, nos recuerda que él no es sino un mensajero, un pregonero que anuncia el Nacimiento y la llegada del Salvador. 

En la Primera Lectura (Is. 61, 1-2a.10-11) el profeta Isaías, ungido por el Espíritu, es el mensajero de la esperanza, el pregonero de la liberación y el enviado a anunciar la buena noticia a los que sufren. La segunda parte de la lectura, es considerada como el «Magnificat» de la Antigua Alianza, porque es el canto del pueblo librado y el himno por el que los pobres agradecen la misericordia divina.
 
El Salmo (Lc 1, 46-48. 49-50. 53-54) "Me alegro con mi Dios" es el canto de la Virgen, el Magnificat, el canto interleccional, que así se llama. Es una de las páginas más bellas de la Escritura y su cántico –o rezo-- como salmo da especial brillo a nuestra celebración eucarística en este tiempo de Adviento.

En la Segunda Lectura (1 Ts. 5, 16-24) el apóstol Pablo, después de haber exhortado a las obras de caridad, indica ahora las características típicas del cristiano: debe ser alegre y orante incesantemente, convencido de que sin la gracia divina no puede hacer el bien ni andar en santidad, mientras espera la venida definitiva de Cristo, el Señor. 

En el Evangelio (Jn 1, 6-8. 19-28) Juan el Bautista aparece como el hombre enviado por Dios para ser testigo de la Luz, para que por su medio todos vinieran a la luz; él sólo anuncia la llegada, prepara a las gentes, sabiendo que el más grande es el que ha de venir. Su anuncio se acompaña de un bautismo de agua, signo que las gentes realizan como expresión de querer cambiar de vida, de estar dispuestos y preparados para la llegada del Mesías. 

Este tercer domingo de Adviento nos ofrece la figura del Bautista, la de un profeta y que se presenta como “precursor” y preparando los caminos y -al mismo tiempo- pone en cuestión la vida de las gentes. De ahí que denuncie el pecado y anuncie un porvenir de esperanza. Él es el “testigo de la luz”, de aquél que “viene detrás de mí y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia”.
Ésta es también la tarea de la Iglesia, de cada creyente: ser “testigo de la luz”, de la Luz verdadera que ilumina a todo hombre. Esto es: hacer posible la aparición de Cristo en los espacios más inverosímiles. ¡Inmenso desafío! La Palabra de Dios intentará ayudarnos con su fuerza.


¿Por qué tengo que estar alegre?
Simplemente porque al tenerte, Señor,
no siento otra cosa en mí sino la ALEGRÍA
Tú, Señor, tu Nacimiento y tu llegada
es la causa de mi gozo, 
la música de mi alma
la alegría de mi cara
¡Tú eres la causa de mi felicidad!

¡Gracias, Señor! 

sábado, 13 de diciembre de 2014

PERSONAJES PRINCIPALES DEL ADVIENTO: SAN JOSÉ


Otro de los personajes principales del Adviento es San José, especialmente presente en los evangelios de los días anteriores a la fiesta de Navidad. Ciertamente, José y María vivieron de una manera única el tiempo de la espera y del nacimiento de Jesús. Como subraya Benedicto XVI, dos aspectos hacen de san José uno de los personajes importantes del Adviento y de toda la historia de la salvación: su descendencia davídica (que él transmite a Jesús) y su condición de justo. Respecto al primer punto, recuerda que José pertenece a la estirpe de David (cf. Mt 1,20). En cuanto que Jesús es legalmente el «hijo de José» (Lc 4,22), puede reclamar para sí el título mesiánico de «hijo de David» (cf. Mt 22,41-46), dando cumplimiento en su persona a las promesas hechas a su antepasado: «Mantendré el linaje salido de ti y consolidaré tu reino» (2Sm 7,12ss). El Pontífice afirma que, «a través de él, el Niño resultaba legalmente insertado en la descendencia davídica y así daba cumplimiento a las Escrituras, en las que el Mesías había sido profetizado como “hijo de David”» (Ángelus, 18-12-2005). José es el anillo que une a Jesús con la historia de Israel, desde Abrahán en adelante, según la genealogía de Mateo (1,1-16), y con las esperanzas de toda la humanidad, desde Adán, según la genealogía de Lucas (3,23-38). Respecto al segundo punto, cuando la Escritura llama «justo» a José quiere decir, ante todo, que es un hombre de fe, que ha acogido en su vida la Palabra de Dios y su proyecto sobre él. Como Abrahán, ha renunciado a sus seguridades y se ha puesto en camino sin saber adónde iba, fiándose de Dios. En este sentido, el Papa recuerda que José es «modelo del hombre “justo” (Mt 1,19) que, en perfecta sintonía con su esposa, acoge al Hijo de Dios hecho hombre y vela por su crecimiento humano». De esta manera, vive las verdaderas actitudes del Adviento: la fe inquebrantable en la bondad de Dios, la acogida solícita de su Palabra y la obediencia incondicional a su voluntad. Por eso, añade el Papa, «en él se anuncia el hombre nuevo que mira con fe y fortaleza al futuro, no sigue su propio proyecto sino que se confía a la infinita misericordia de Aquel que cumple las profecías y abre el tiempo de la salvación». Hablando de la relación entre san José y el Adviento, Benedicto XVI reflexiona sobre el silencio del santo Patriarca, manifestación de su actitud contemplativa, del asombro ante el misterio de Dios. Siguiendo su ejemplo, nos invita a vivir este tiempo en actitud de recogimiento interior, para meditar la Palabra de Dios y acogerle cuando viene a nuestra vida: «El silencio de san José no manifiesta un vacío interior, sino la plenitud de fe que lleva en su corazón y que guía todos sus pensamientos y todos sus actos. Un silencio gracias al cual san José, al unísono con María, guarda la palabra de Dios, conocida a través de las sagradas Escrituras, confrontándola continuamente con los acontecimientos de la vida de Jesús; un silencio entretejido de oración constante, oración de bendición del Señor, de adoración de su santísima voluntad y de confianza sin reservas en su providencia».

viernes, 12 de diciembre de 2014

PERSONAJES PRINCIPALES DE ADVIENTO : MARÍA,VIRGEN DE LA ESPERANZA Y MADRE DEL SALVADOR.

María, madre del Salvador.

El Vaticano II recuerda que en María confluyen las esperanzas mesiánicas del Antiguo Testamento: «Con ella, excelsa Hija de Sión, tras larga espera de la promesa, se cumple la plenitud de los tiempos y se inaugura la nueva Economía, cuando el Hijo de Dios asumió de ella la naturaleza humana para librar al hombre del pecado mediante los misterios de su carne» (LG 55). 

María es modelo excelso de las actitudes propias del Adviento: la confianza en la Palabra de Dios, que cumple sus promesas, y la disponibilidad para acoger al Señor que viene. Por eso, Benedicto XVI la llama «Mujer del Adviento» (Ángelus 28-11-2010) y la propone como modelo para este tiempo litúrgico. Pablo VI, en su encíclica sobre el culto mariano, indica la profunda relación existente entre el Adviento y María: «La liturgia de Adviento, uniendo la espera mesiánica y la espera del glorioso retorno de Cristo al admirable recuerdo de la Madre, presenta un feliz equilibrio cultural que puede ser tomado como norma para impedir toda tendencia a separar el culto a la Virgen de su necesario punto de referencia: Cristo. Resulta así que este periodo, como han observado los especialistas en liturgia, debe ser considerado como un tiempo particularmente apto para el culto de la Madre del Señor» (Marialis Cultus, 3-4).

De hecho, en las misas de Adviento, María está presente en los textos bíblicos y en las oraciones, subrayando el paralelismo Adán-Cristo y Eva-María, muy común en los Santos Padres. Ya al final del Adviento, la figura de María se une de una manera indisoluble con el cumplimiento de las promesas y la llegada del tiempo esperado.

Las actitudes de María: su fe, su silencio, su oración, su alabanza agradecida al Padre, su disponibilidad a la voluntad de Dios y al servicio; 
se convierten en el modelo que los cristianos debemos seguir para vivir en plenitud este tiempo de Adviento.

jueves, 11 de diciembre de 2014

PERSONAJES PRINCIPALES DEL ADVIENTO: JUAN BAUTISTA.

Juan Bautista, figura de preparación.

Es el segundo personaje de Adviento. Su ayuno, su ascetismo y su oración en la soledad del desierto son un estímulo para los que quieren acoger al «Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Jn 1,29). Bien encarna, por lo tanto, el espíritu de Adviento.
Él es el que llama con todo rigor a la metanoia, a transformar nuestro modo de pensar. Quien quiera ser cristiano debe “cambiar” continuamente sus pensamientos. Quien quiera encontrar a Dios tiene que convertirse interiormente una y otra vez. .
Juan es el punto de unión entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, entre las promesas y su cumplimiento. Es el último de los profetas de Israel, anuncia, como ellos, la llegada del Mesías, invitando a la conversión. Y el primero de los evangelistas,da testimonio de que el Mesías ya ha venido, señalándolo entre los hombres. Después de varios años de retiro y soledad, comenzó su tarea de predicación. Muchos lo escucharon y se acercaron al río para participar en el rito penitencial que él proponía. Insistía en que la urgencia de la conversión estaba motivada por la llegada inminente del reino de Dios, tantas veces anunciado por los profetas. Supo reconocer al Mesías y dar testimonio de Él.

Quizás su testimonio más significativo sea el que da poco antes de morir, cuando manda mensajeros a preguntar a Jesús: «¿Eres tú el que tenía que venir o esperamos a otro?» (Lc 7,19). La franqueza de la pregunta es la garantía de su seriedad. Juan se encuentra al final de su existencia, caracterizada por las privaciones.
La respuesta de Cristo sirve para confirmarle en la fe y para ponerle un nuevo reto: «Contad a Juan Bautista lo que habéis visto y oído: los ciegos ven, los cojos andan, los sordos oyen, los muertos resucitan, a los pobres se les anuncia el Evangelio, y ¡dichosos los que no se escandalicen de mí!» (Lc 7,22-23). Efectivamente, se han cumplido las palabras de Isaías, que indicaban las señales de los días últimos. Si el bien vence sobre el mal y la buena noticia se anuncia a los anawin
 (hombres pobres, cuya riqueza es tener a Dios creyendo radicalmente en Él, y teniéndolo en su ser), al resto humilde de Israel que confiaba en las promesas de Dios y esperaba su realización, es porque han llegado los días de la salvación.
Cuando los embajadores de Juan se retiran, Jesús dice que éste no era «una caña batida por el viento», es decir: un hombre sin raíces ni convicciones, sino un profeta, «e incluso más que un profeta». Juan conocía las obras de Jesús, pero en cierto momento duda de que Él se ajustara a la figura de Mesías que sus contemporáneos esperaban, por lo que corre el riesgo de «escandalizarse». Efectivamente, con Jesús irrumpe en el mundo la novedad de Dios, que cumple las promesas del Antiguo Testamento superándolas, que va más allá de nuestras expectativas, que rompe nuestros esquemas, que nos obliga a hacernos pequeños para ver, más allá de las apariencias, los signos que muestran que Jesús es el que vino, el que vendrá, el que está viniendo. Jesús invita a creer no solo cuando Dios se adapta a nuestras ideas sino, especialmente, cuando las rompe. Precisamente Juan Bautista, que dará el testimonio supremo al derramar su sangre, se convierte en figura de Jesús, que nos salva por medio del anonadamiento y del don total de sí. El Adviento de Dios sigue aconteciendo en la humildad. Él viene a los corazones de aquellos que no se dejan escandalizar por el hecho de que Dios no se presente como ellos deseaban. Viene a los corazones de los que están abiertos a la perenne novedad de Dios, que nunca se encierra en los pensamientos y deseos de los hombres, por muy nobles que sean.

PERSONAJES PRINCIPALES DEL ADVIENTO:EL PROFETA ISAÍAS

En la liturgia de Adviento, la Iglesia pone su mirada principalmente sobre tres grandes figuras bíblicas: Isaías, Juan Bautista y María, que nos ayudan a vivir este tiempo con autenticidad.

El profeta Isaías (figura de espera por la salvación).
 

El primer personaje es el que muchos autores antiguos llaman el evangelista del Antiguo Testamento. Se lee durante el Adviento según una costumbre presente en todas las tradiciones litúrgicas, ya que él expresa con gran belleza la esperanza que ha confortado al pueblo elegido en los momentos difíciles de su historia. Esperanza que brota de la fe, tal como recuerda Benedicto XVI: «El profeta encuentra su alegría y su fuerza en la Palabra del Señor y, mientras los hombres buscan a menudo la felicidad por caminos que resultan equivocados, él anuncia la verdadera esperanza, la que no falla porque tiene su fundamento en la fidelidad de Dios». 
(Ángelus, 12-12-2010)

Es el profeta más citado por los escritores del Nuevo Testamento. En Adviento, de él se toman la mayoría de las primeras lecturas de la misa. Estos textos son un anuncio de esperanza para los hombres de todos los tiempos, independientemente de las circunstancias concretas que les toque vivir. Todos ansiamos un tiempo en el que las víctimas del egoísmo encuentren justicia, en que las armas se transformen en instrumentos de trabajo y los pueblos vivan unidos.

Al mismo tiempo, Isaías invita a no permanecer con los brazos cruzados, a preparar activamente el camino del Señor, a hacer posible su venida al mundo: «Preparad el camino al Señor; allanad en la estepa una calzada para nuestro Dios; que los valles se levanten, que montes y colinas se abajen, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale» (Is 40,3-4). Estas palabras serán el corazón del anuncio de san Juan Bautista. El Señor viene, pero quiere que le preparemos el camino bajando los montes del orgullo y rellenando los valles de la indiferencia, enderezando los comportamientos que se han desviado, igualando los derechos de todos. La salvación será un don de Dios en Cristo, pero Él quiere que nos dispongamos convenientemente y, de alguna manera, la adelantemos con nuestras buenas obras.

lunes, 8 de diciembre de 2014

SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN.

Celebramos hoy mayores y pequeños, la festividad de la Inmaculada Concepción, esta fiesta nos ayuda a vivir con más intensidad y entusiasmo el Adviento. María fue preparando la venida del Señor, y le esperó con inefable amor de Madre. 
Ella, elegida por el mismo Dios para ser el sagrario vivo de su Hijo en la tierra, es nuestro mejor modelo a seguir, como mujer creyente que creyó y confió en Dios, cumpliendo su voluntad, su Palabra. Ella nos enseña y nos invita a acoger de corazón a Jesús que viene a nuestro encuentro, para ser fieles seguidores de su mensaje. Que esta Eucaristía nos ayude a descubrir a María como Madre y creyente que esperó y confió plenamente en Dios.

El coro de músicos "La Alegría del Camino", acompañó esta celebración con sus melodiosos cantos, trasmitiendo con sus voces e instrumentos, de manera especial con cada canto dedicado a la Virgen María, el gozo y la alegría que sentíamos todos los que allí nos reunimos, grandes, y pequeños.



(En nuestra página de Facebook, podéis encontrar los vídeos de algunos cantos realizados por el coro "La Alegría del Camino")
 https://www.facebook.com/ParroquiaSantaMaMicaela?ref=bookmarks 

Una vez comenzada la Eucaristía, y tras el saludo inicial por parte de nuestro párroco, el padre Carlos, fue a bendecir el portal de Belén parroquial. Hecho esto, prosiguió la eucaristía.




Nuestros catecúmenos junto a sus catequistas, participaron en esta celebración.


En la Primera Lectura (Gn. 3, 9-15. 20) Dios Padre dice que establece hostilidades entre la serpiente y la mujer. María es, pues, la nueva Eva. De ella, de su Hijo, vendrá la salvación. María ha sido vista, en toda la tradición cristiana, como la presencia nueva, elegida por el mismo Dios, para restablecer la amistad perdida. 

El Salmo (97) "Cantad al Señor un cántico nuevo porque ha hecho maravillas"  era cantado en el Templo de Jerusalén en ocasiones muy solemnes. Se glorifica al Dios grande y poderoso que ha creado el mundo y lo mantiene. Para nosotros, hoy, es una oportunidad de dar gracias al Padre que nos envió a su Hijo por medio de Maria.

En la Segunda Lectura (Ef 1, 3-6. 11-12) el apóstol Pablo comienza su carta a los Efesios con un himno de bendición. Es una síntesis de todo el plan salvífico de Dios. Dios nos eligió en la persona de Cristo para que fuésemos santos e hijos suyos.

El Evangelio (Lc 1, 26-38) narra la 
escena de la Anunciación de María, está cargado de profundidad y de significado: la grandeza de María radica en ser Madre del Hijo de Dios. El Espíritu de Dios habitó en Ella. María escucha, acoge, acepta y responde al mensaje del ángel. Y, entonces, todo es posible: Dios obra maravillas. 

Después de la liturgia, el padre Carlos en la Homilía, recordó el Sí de María, ella, sagrario del hijo de Dios en la tierra, confió plenamente en la palabra de Dios, haciendo cumplir su voluntad.



Hermanos: hemos celebrado la fiesta de María, ese hermoso regalo que el mismo Dios ha realizado a la humanidad y a su Iglesia. Nos impresiona su plena confianza ante los planes y deseos de Dios y, todo ello, en favor de nosotros, llamados a pertenecer a su familia. Que esta celebración nos llene de esperanza para seguir caminando en este Adviento, y podamos convertirnos, como María, en verdaderos testigos del amor de Dios en el mundo.


Dios te hizo grande María; 
¡haznos colosales en el amor!

Dios te quiso pura, María;
 ¡ayúdanos a ver con ojos limpios!
Dios se fijó por la hermosura de tu corazón: 
¡Ayúdanos a mejorar el nuestro!
Dios te buscó por tu pobreza: 
¡Enséñanos el valor del sacrificio!
Dios, por Ti, se hizo amor: 
¡Que por nosotros otros descubran a Jesús!
Dios, creció en tu interior: 
¡Que nuestras almas sean el hogar de Jesús!
Dios, admiró tu fe y tu entrega:
¡Que no olvidemos que somos cristianos!

domingo, 7 de diciembre de 2014

II DOMINGO DE ADVIENTO. CICLO B

Nos reunimos de nuevo este domingo para celebrar el segundo Domingo de Adviento, encendiendo además la segunda vela de la corona de Adviento. En nuestro camino hacia la Navidad, hoy toma especial protagonismo un personaje importante del Evangelio: Juan, el Bautista. Él invitaba a la conversión, a preparar el camino del Señor. Juan bautizaba en el Jordán a aquellos que aceptaban el reto de un cambio en el corazón para prepararse a recibir al Mesías, al que tenía que venir.Nosotros, hoy, hacemos nuestra esta invitación, no dudemos en acoger a aquél que nos trae la paz.

La liturgia de este domingo pretende animarnos ante la llegada del Señor. No podemos recibirle de cualquier forma. Sin esperanza, no podemos recibir a Jesús; sentados y sin hacer nada, no podemos recibir al Señor; con nuestra vida desordenada, sin oración, sin austeridad, sin sentido común; no podemos recibir al Señor.

En la Primera Lectura ( Is.40,1-5.9-11) se nos presenta cómo entre los desterrados, aquellos llevados por la desesperanza, irrumpe una buena noticia: el anuncio gozoso de la liberación. El profeta Isaías anuncia esta Buena Nueva al pueblo de Israel, una palabra de esperanza de parte de Dios mismo, ya que viene a salvar a su pueblo. Son palabras cargadas de gozo y de alegría.

Con el Salmo (84) "Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación" el salmista canta esta actitud amorosa de Dios, esta benevolencia manifestada en la bendición y en la restauración de Israel, perdonando sus pecados, olvidando sus errores, conduciendo su vida. Nos quiere transmitir que la justicia de Dios se ejerce con bondad y ternura. 

En la Segunda Lectura (2ª P. 3,8-14) el apóstol Pedro, hace una llamada a la esperanza, habla de la paciencia de Dios y de que los tiempos del Señor no son los nuestros. Nos prepara para la llegada del Señor y nos pide que estemos en paz con Él. Confiamos en la promesa del Señor: ¡Él va a venir!

En el Evangelio (Mc 1,1-8) se nos presenta a Juan, el Bautista, profeta y hombre austero, que anuncia la venida del Mesías y, a cuantos así lo desean, los bautiza en el Jordán. Eso sí: invita a sus oyentes a convertirse y a preparar los caminos al que viene. El Mesías llevará a plenitud el proyecto de vida de Dios, esperado desde hace siglos. 


Hoy, como ayer, son muchos los caminos que están bloqueados y se hace difícil llegar hasta el Señor, que salva. El Bautista propone desbloquear el camino para que llegue el Salvador. La conversión allana los senderos, rompe las ataduras de la esclavitud, y reaviva la sed de Dios. Que sepamos romper con todas las ataduras de nuestra vida y estemos preparados para la pronta venida de Jesús.

La celebración finalizó con la presentación de los Zagalillos de San Francisco.