domingo, 31 de enero de 2016

IV DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C


Celebramos hoy el IV Domingo del Tiempo Ordinario, y en este día, la Palabra de Dios nos va a presentar a un Jesús que no es profeta en su propia tierra. Nuestras comunidades, nuestra Iglesia, necesitan profetas: hombres y mujeres, llenos del Espíritu, testigos vivos que contagien la presencia de Dios. Hombres y mujeres cuya presencia nos reconforta y pacifica por dentro. 

Hoy, con la liturgia, tendríamos que reflexionar lo siguiente: El Señor nos llama. ¡Cómo no darle gracias porque, incluso antes de nacer, ya nos conocía!

La Primera Lectura (Jr. 1, 4-5. 17-19)nos muestra, cómo el Señor nos ha elegido a nosotros desde siempre. Cómo nos cuida en medio de tantas luchas, y nos invita a llevar la Palabra, sin miedo, a todos los rincones de la tierra.

El Salmo (70) "
Mi boca contará tu salvación, Señor" nos muestra la oración de un anciano, de un levita o un sacerdote que pone toda su confianza en Dios, evocando su larga vida. Para nosotros, hoy, nos sirve para expresar la presencia permanente de Dios en nuestras vidas.

En la Segunda Lectura (1 Co. 12, 31 - 13, 13) la caridad, elogiada y descrita por el apóstol Pablo, está por encima de todas las formas del amor humano. De ahí que la Caridad no figura entre los carismas, ni corresponde a un ministerio determinado, sino que es un don del Espíritu que lo invade todo y revitaliza la vida de todo creyente.

El Evangelio (Lc 4, 21-30) nos muestra nuestra torpeza en no querer profetas, sino falsos “superhombres” capaces de sacarnos en soledad llena de soberbia de nuestras equivocaciones, en lugar de aceptar un programa de vida coherente y denso, dedicado a Dios y a los hermanos. Jesús de Nazaret enseña que la salvación es para todos, no solo para unos pocos supuestamente elegidos por su origen o raza.



Responderemos todos: ¡aquí estamos, Señor!
Tú nos llamas a dar algo de nosotros por Ti.
Tú nos invitas a no tener miedo.
Tú nos envías a anunciar tu Palabra.
Tú nos enseñas el verdadero amor.
Tú nos invitas a no despreciar a los demás.
Tú nos empujas hacia el bien.
Tú nos invitas a luchar por un mundo mejor.
Tú nos llamas y, hoy, te queremos decir. 
¡Aquí estamos, Señor!

domingo, 24 de enero de 2016

BENDICIÓN DEL CORO DE NIÑOS PARROQUIAL "ÁNGELES DE DIOS"


El pasado sábado 23 de enero, en la misa familiar, en compañía de grandes y pequeños, el Padre Óscar bendijo al Coro Ángeles de Dios como tal, para que siguieran con alegría e ilusión su ministerio musical en la Parroquia.

La Eucaristía se desarrolló como de costumbre, los pequeños de catequesis participaron activamente realizando las lecturas, las peticiones y las ofrendas bajo la mirada atenta de sus catequistas.


En el momento de las ofrendas, una muchacha de nuestra comunidad parroquial, Bárbara, ofreció una de las camisetas que lucirán desde hoy en adelante el Coro "Ángeles de Dios". Gracias a su generosidad y a la de sus padres Juan y Maribel, han hecho posible que se puedan diseñar y elaborar las camisetas que nuestros chicos y chicas del coro llevaran; y con ellas tendrán una identidad propia como coro. Para agradecerle ese gesto tan hermoso que ha tenido con todos ellos, tuvieron un detalle muy bonito con ella, el Padre Óscar también le dedicó unas hermosas palabras. Fue un momento muy especial y emotivo para todos los que allí se reunieron.


¡GRACIAS BÁRBARA!
Que el Señor te colme de bendiciones, y junto a nuestra madre Santísima te acompañen toda tu vida. Amén

Para finalizar la Eucaristía, el Padre Óscar, llamó a todo el grupo que forma el Coro "Ángeles de Dios" y les dió su bendición, consagrándolos de esta manera a Dios en su ministerio musical. Tras la bendición, les puso una cruz, símbolo de amor y seguimiento a Jesús, para que prosiguieran con alegría y entusiasmo su caminar cristiano en la Comunidad y en sus vidas.


Que el Señor guíe siempre vuestro caminar, 
para que allá donde vayáis llevéis con vuestras voces 
a nuestros hermanos y hermanas el amor de Dios
 y esa alegría que supone saberse hijo e hija de Dios.
Y que nuestra madre Santísima os acompañe 
junto a nuestro Señor a cada paso 
que déis en vuestras vidas.
Amén

¡GRACIAS A TODOS/AS! 

COMUNICADO DE LA ASOCIACIÓN DE NUESTRA SEÑORA DEL ROSARIO DE FÁTIMA Y DEL BEATO FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE



La Asociación de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, convoca para el próximo jueves día 4 de febrero la Asamblea general ordinaria a las 19:30hrs. en la Parroquia Sta. Mª Micaela.

Los puntos a tratar son los siguientes:

* Lectura y aprobación si procede del acta anterior.

* Examen y aprobación de la memoria de actividades y gestión de la Junta Directiva.

* Examen de altas y bajas de socios devotos.

* Examen y aprobación si procede de las cuentas del ejercicio 2015.

* Examen y aprobación de actos para el 2016.

* Examen y aprobación de proyectos y presupuestos para el 2016.

* Proposiciones, ruegos y preguntas.

IIIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

Celebramos hoy en este IIIº Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada de la Infancia Misionera que este año tiene como lema ¡GRACIAS! Nuestra fe y nuestra vida no han sido engendradas por palabras huecas, sino por palabras cargadas de amor, de sabiduría, de bondad, de entrega, con la coherencia de la vida de aquellos testigos, como fueron nuestros padres, catequistas, educadores, maestros, amigos, en cuya fe encendimos la nuestra. Hermanos en este domingo, la Palabra de Dios nos interpela con urgencia a una respuesta generosa, en nuestras vidas y en nuestros compromisos cristianos. 

Las tres lecturas que vamos a escuchar nos ayudan a comprender el cómo, la Palabra de Dios, da mucho fruto si se escucha, se cuida y se acoge con atención. Además, con la preocupación de ser todos una misma Iglesia, San Pablo nos recuerda que somos un solo cuerpo cuya cabeza es Cristo.

En la Primera Lectura (Neh 8, 2-6. 8-10) Nehemías nos va a decir que estemos alegres, que no estemos tristes. Y no hay mejor recomendación previa para escuchar la Palabra de Dios. El pueblo de Israel, después de la cautividad, es convocado para escuchar la Escritura y participar en la comida festiva y caritativa. Dios convocó a su pueblo para que escuchara su Palabra y renovara su Alianza. También nosotros somos invitados para que escuchemos y meditemos su palabra, que es espíritu y vida.

El Salmo (18) "Tus palabras, Señor, son espíritu y vida" nos marca un contenido histórico y doctrinal que interesa reseñar. Los versículos que se van a proclamar narran precisamente las excelencias de la Ley de Moisés y su uso litúrgico en el Templo. Y hay un trasfondo de entrega de oración humilde por parte del pueblo que reconoce la majestad de Dios. Esto, sin duda, también es muy indicado para cada uno de nosotros.

En la Segunda Lectura (1 Co 12, 12-30) como el cuerpo humano da unidad a las diversas funciones de sus miembros, así, Cristo unifica por el bautismo, a todos los cristianos en su cuerpo, que es la Iglesia. La unidad en la diversidad es una realidad. Todos los miembros son necesarios y distintos, y todos están al servicio de los demás, solidarios en el dolor y en la esperanza.

El Evangelio (Lc 1, 1-4; 4, 14-21) recoge la confirmación de Jesús con palabras de Isaías de que él es nuestro libertador.Actualiza la palabra del profeta y se la aplica a sí mismo. La profecía se ha cumplido ya. Es ungido por el Espíritu para evangelizar a los pobres y anunciar la libertad a los oprimidos.


Señor; antes de marchar de nuevo a la vida
queremos darte gracias por tu Palabra.
¿Nos enseñarás a cumplirla?
¿Seremos capaces de no olvidarla?
Queremos decirte que, tu Palabra, nunca engaña.
Que tu Palabra es de aquellas que siempre hacen bien.
Que tu Palabra, por ser del cielo, nos ayuda a conocer 
a Dios.Gracias por ser nuestro amigo y Señor.
Gracias por cumplir tantas cosas 
prometidas desde antiguo.
Gracias, amigo y Señor.

Amén.

jueves, 21 de enero de 2016

EXCURSIÓN: VISITA A PUEBLOS BLANCOS (JÉDULA, ARCOS Y UBRIQUE)


La Asociación de Nuestra Señora del Rosario de Fátima y del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire organiza para el próximo lunes día 29 de febrero, una excursión visita a los pueblos blancos de Jédula, Arcos y Ubrique.

La salida de dicha excursión se realizará desde la parada de autobús de la Avda. La Cañá (La Bajadilla) a las 08:00 hrs. de la mañana. Se realizará una parada en ruta y proseguiremos el camino hasta Jédula para visitar a Nuestra Señora de la Salud. Al finalizar nos trasladaremos a Arcos de la Frontera y visitaremos dicho pueblo. También se visitará el pueblo de Ubrique para completar la ruta de los pueblos blancos. El regreso a Algeciras se realizará a las 18:00hrs aprox. llegando a nuestro destino a las 22:00hrs aprox.

El precio de la excursión es de 35€ por persona. Incluye:
- Autocar para el itinerario descrito.
- Almuerzo en restaurante
- Guía acompañante
- Seguro de viaje e IVA.

(No incluye entradas a monumentos ni extras no especificados en el programa.)

Puedes hacer tu reserva acudiendo a la Parroquia y preguntando por Juan el Secretario Parroquial.

domingo, 17 de enero de 2016

IIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO. CICLO C

Celebramos el IIº Domingo del Tiempo Ordinario. Hoy el Señor, nos muestra en un banquete de bodas, el banquete mesiánico que supone un mundo nuevo, un vino nuevo, un amor nuevo. Ésta es su invitación para todos y cada uno de nosotros. Vamos a asistir al primer milagro de Jesús: milagro muy especial y rodeado de gran alegría, porque tuvo lugar en una boda. Con nuestra confianza puesta en el amor incondicional de Dios e inundados por la alegría que nos trae Jesús y su Espíritu participamos con gozo de esta Eucaristía.

Las lecturas de hoy, tienen un objetivo: que descubramos el amor tan grande que Dios nos tiene. Nosotros somos su pueblo (su esposa) y Él es nuestro esposo. Además, San Pablo, nos hablará ya de las primeras dificultades y cualidades de los primeros cristianos.

En la Primera Lectura (Is. 62, 1-5) el profeta ve que el amor de Dios rodea a la ciudad y describe ese amor divino como una fiesta de bodas. Para ello emplea una terminología que evidencia este hecho y mensaje salvífico: el encuentro de Dios con Jerusalén, signo de su presencia en medio del pueblo. 

El Salmo (95) "Contad las maravillas del Señor todas las naciones" tenía para el pueblo judío la idea de un Dios único y portador de toda la fuerza. Y era el pueblo de Israel quien debía de comunicar a todos los demás pueblos esa realidad importante y alegre. Esta idea de Dios como rey universal llega hasta nosotros y por eso le cantamos y le festejamos.

En la Segunda Lectura (1 Co. 12,4-11)  el apóstol Pablo recuerda que Dios no cesa de conceder dones a su Iglesia. Eso sí, esos carismas y dones no son privilegios personales, sino dones para que en la Iglesia crezcan la unidad y la caridad. 

En el Evangelio (Jn 2,1-11) Jesús de Nazaret inicia su misión en una boda, por indicación de su Madre, la Virgen María y convirtiendo considerables cantidades de agua en un vino excelente. Y este vino es símbolo de la fiesta, de los tiempos mesiánicos del amor, de la presencia del Reino y del compartir. No puede haber principio más bello y alegre. 


Ayúdanos Señor a descubrir en tu persona
la huella de Dios y a dejarnos transformar
por tu mano que siempre es poderosa,
por tu Palabra que siempre es sabia,
por tus caminos, que siempre son seguros,
por tu mirada, que siempre es profunda.
Por María, que desea siempre el bien de todos nosotros.
Amén. 

domingo, 10 de enero de 2016

BAUTISMO DEL SEÑOR. CICLO C


Hermanos/as celebramos hoy la fiesta del Bautismo del Señor y con ella, terminan los días de la Navidad; es el fin de una vida silenciosa en Nazaret y el inicio de su vida pública. Jesús acudió al río Jordán donde Juan bautizaba. Es allí donde vemos como Dios manifiesta que, Jesús, es su predilecto,su amado, y así comienza Jesús su misión con inmensa humildad. También nosotros hemos sido bautizados como Jesús. Hemos sido ungidos por el Espíritu para servir y hacer el bien, para continuar la obra liberadora de Jesús. Estamos necesitados de actualizar nuestro propio Bautismo, la gracia que hemos recibido en él, la exigencia que debemos de dar a nuestro compromiso cristiano.Que esta celebración nos ayude a renovar nuestro Bautismo y a sentirnos queridos por Dios; a descubrir que somos llamados a vivir como hijos, y a salir de nuestro mundo cerrado para ir al encuentro de los hermanos.

Las lecturas que se proclaman en este día, tienen un objetivo: que descubramos la misión de Jesús. Es decir, el porqué de la Navidad. Dios nos envía a Jesús para ser Salvador del mundo y salvación del hombre. Pero, además, Jesús lo hará sin orgullo, con gran humildad. Se coloca en la fila para que, Juan, lo bautice.

En la Primera Lectura ( Is. 42, 1-4. 6-7) el Profeta Isaías,nos enseña como será el Mesías, todo suavidad. “El pábilo vacilante no lo apagará”. El pábilo es esa llama que pugna por seguir ardiendo y que cualquier golpe de aire puede apagarla. El Mesías no lo hará. En este fragmento se hace una hermosa descripción de Jesucristo y, además, añade que será nuestro liberador y quien dará luz a nuestros ojos.

El Salmo (28) "El Señor bendice a su pueblo con la paz" 
refleja la admiración del pueblo de Dios ante el Supremo Hacedor que reina con su fuerza sobre la tormenta. El título del salmo es, precisamente, “Dios en la tempestad”. Y es en esa fuerza de la naturaleza donde se demuestra visiblemente su fuerza, la cual pone a la disposición de su pueblo para que sea feliz. A nosotros hoy nos acerca a esa seguridad que necesitamos en estos tiempos tan difíciles.

En la Segunda Lectura (Hch 10, 34-38) se nos dice que la manifestación suprema de la bondad y del amor de Dios a los hombres es Cristo. Este amor, actuado por el Espíritu, nos hace nuevas criaturas y nos destina a la vida eterna. El apóstol Pedro presenta a Jesús haciendo el bien y curando a los oprimidos y hace referencia al bautismo de Juan. Para añadir que Dios acepta a todos y no hace distinciones aceptándonos a todos.

En el Evangelio (Lc 3, 15-16. 21-22) el evangelista, con su relato del bautismo, pretende explicar quién era en realidad Jesús de Nazaret. Aquel que después bautizará con Espíritu, se presenta a ser bautizado con agua. Jesús se introduce en las aguas del Jordán, recogiendo así todo el pecado del mundo, toda la miseria de la condición humana. En esta experiencia, Dios le revela que es el Hijo amado, y ahí nace la misión por la que Jesús deja la esfera de su vida privada para dedicarse con humildad al anuncio del Reino.



Queremos tu luz Señor, queremos tu verdad, Señor.
Queremos tu amor, Señor, para seguir tus caminos.
Queremos tu vida, Señor para
 guiarnos por tus palabras.
Queremos sentirnos tuyos, Señor, 
y  
ser colaboradores de tu Reino.
Queremos sentirnos más iglesia, Señor.
Queremos saber más de Ti, Señor.
Queremos confiar más en Ti, Señor.
AMEN

miércoles, 6 de enero de 2016

EPIFANÍA DEL SEÑOR. CICLO C


Celebramos hoy la Solemnidad de la Epifanía del Señor: la manifestación de Dios a todos los hombres, en su Hijo, Jesucristo, el Mesías. La Liturgia nos presenta la manifestación de Jesús, recién nacido, a todos los pueblos. Este hecho se realiza representado por unos Magos venidos de Oriente. El significado de este episodio, sigue siendo importante para toda la humanidad: la salvación que Dios ofrece por Jesucristo, es para todos sin excepción. Él quiere darse a conocer como luz de todos y para todos, esto es lo significativo de este día, su sentido universal, la presencia amorosa de Dios, a toda la humanidad.

La Palabra de Dios, en este día, es el mejor regalo de Dios y de los Magos. Tres lecturas que nos dan luz para no perder el ánimo, para aprovechar la gracia que Jesús nos trae en un humilde pesebre y, sobre todo, la llamada a adorar con todas las consecuencias al que es Dios y como consecuencia, a dar razón y testimonio de su presencia en medio del mundo. Que nuestra atención sea nuestra mejor acogida al gran regalo de la Palabra de Dios.

Epifanía es algo más que una noche de sueños y regalos. Es la fiesta de la luz que ha brillado en medio de las tinieblas del mundo para que todos los hombres de toda condición y raza puedan encontrar al Salvador, nacido de María. Los Magos son testigos de esa muchedumbre que busca la luz en medio de las tinieblas y la alegría en medio de tanto pesares. El creyente o el que busca a Dios debe encarnar las tres actitudes fundamentales de los peregrinos de Oriente: Contemplar a Dios,la unión de ambas realidades y hacer de la fe un camino.

En la Primera Lectura (Is 60, 1-6) el profeta Isaías, anuncia el despertar de la luz en medio de la oscuridad. Resplandor al que se acercan todos los hombres de la tierra en busca de la salvación. Nosotros, también queremos acercarnos a esa luz para afianzar nuestras vidas en la certeza del Padre que nos ama.

El Salmo (71) "Se postrarán ante ti,Señor, todos los Reyes de la tierra" fue compuesto en su origen para festejar a un gran rey de Israel, pero con el tiempo se le fue dando un sentido de profecía mesiánica que es como lo interpretamos nosotros hoy en este día de la Epifanía del Señor.

En la Segunda Lectura (Ef. 3, 2-3; 5-6) el apóstol Pablo nos recuerda que la salvación es para todos; nadie ha quedado excluido de ella. Dios no tiene preferencias por una raza o pueblo; para Dios no hay extranjeros. Todos cabemos en su casa, todos somos sus hijos, todos somos uno en Jesús.

El Evangelio (Mt 2, 1-12) nos relata el camino de los reyes que, desde sus lejanos países, se dejan guiar por la luz de una estrella que les seduce y les conduce al encuentro con el Niño-Dios. Nosotros, sea cual sea nuestra situación y condición, pertenecemos al mundo de los privilegiados. Dios se quiere manifestar personalmente a cada uno de nosotros.


Porque, como exploradores de Dios,
no queremos perderlo en el horizonte de nuestra vida
porque, como hombres y mujeres de fe,
queremos llegar hasta el Señor, y ante El postrarnos,
y ofrecerle el incienso de nuestra admiración,
el oro de la riqueza de nuestra fe
junto a la mirra de nuestros pecados y fragilidad
VENIMOS EN BUSCA DE UNA ESTRELLA
Que nos haga creer, que Dios no se desentiende del mundo
palpar, que Dios espera al final de su destello
vibrar, al impresionarnos por todo un Dios humanado
VENIMOS EN BUSCA DE UNA ESTRELLA
Ayúdanos, Señor, a no perder de vista el cielo
aquella gran casa donde, con luz divina,
viven y se nos muestran infinidad de estrellas.

Amén.

domingo, 3 de enero de 2016

EN BUSCA DEL REGALO PERFECTO.

En esta época navideña, seguro que dudas que poder regalar a tus familiares y amigos. Pues bien queremos ofrecerte una lista de regalos geniales que puedes ir preparando desde ahora, e incluso podrías comenzar a entregarlos anticipadamente, sin necesidad de esperar hasta el día de Reyes. Regalos que no pasarán de moda, que van a durar muchísimo, por los cuales no van a pedirte el ticket para cambiarlo y tendrás más que asegurada una sonrisa de quien lo recibe.

He aquí nuestra lista, esperemos que te sirva hermano/a:

1. Regala tiempo.

Este sin duda es un regalo valiosísimo pues el tiempo que regalas no volverá. Cada minuto invertido en alguien es un tesoro que no regresará a tus manos. “Cuando tu compras algo, no compras con dinero, compras con el tiempo de tu vida que gastaste para ganar ese dinero”. ¿Y si te ahorras la vuelta y le das a quien tienes al frente una porción bien cargada de tu tiempo y entrega?

2. Ofrece perdón.

Es un buen momento para revisar los cabos sueltos que tienes en tu corazón y no solo perdonar como un acto simbólico mirando al cielo, sino para perdonar así como tú has sido perdonado, de forma concreta, restaurando la vida y la relación de aquel a quien te vas a atrever a perdonar. No es necesario que lo llames y le digas que es perdonado, basta con acercarte, mostrarte empático/a, atento/a y sobre todo misericordioso/a.

3. Ábrete a aprender del otro.

“No hagan nada por rivalidad o por vanagloria, sean, por el contrario, humildes y consideren a los demás como superiores a ustedes mismos” (Filipenses 2, 3). En el otro hay un tesoro y si te dispones a recibir aquello que tiene para entregar, seguro quedarás sorprendido/a. Deja tu corazón abierto y sin prejuicios,no pongas etiquetas,valorar a los demás es un hermoso regalo.

4. Escucha en silencio.

Evita terminar la frase, prejuzgar, evaluar y calificar aquello que estás escuchando. Regala tu silencio humilde, no solo para evitar interrumpir, sino porque tu atención y escucha es un valioso y además escaso obsequio. Escucha no solo por educación, sino como un signo de amor al prójimo.

5. Presta una mirada atenta. Presta atención.

Que tu mirada esté sincronizada con tu mente y con tu corazón. Probablemente te has sorprendido a ti mismo mirando “atentamente”, pero en tu cabeza estas resolviendo problemas domésticos, planificando las actividades de la tarde o pensando en el almuerzo de mañana. Haz un paréntesis, regala tu mirada y atención.Valdrá la pena.

6. ¡Regala un buen chiste! Con humor la vida es más llevadera y divertida.

Este regalo requiere de una preparación especial: debes aprenderte un par de chistes. Sabemos que la sonrisa es un excelente regalo, pero llegar con una palabra alegre, una anécdota, una buena historia, siempre será bien agradecido por todos. La alegría que experimentamos los que nos sabemos amados por Dios, es la que hay que compartir.

7. Motiva a otros a dar.

Siempre es una buena idea ser solidario con quienes necesitan de nuestra ayuda, pero motivar a otros a ser solidarios es mucho mejor. Puedes hacer que sean más los que se unen a la causa. No hay que mirar muy lejos para encontrar a alguien necesitado de nuestra solidaridad.

8. Haz los quehaceres de otro.

Probablemente es el menos espiritual y simbólico de la lista, pero es uno de los más efectivos, sobre todo si se trata de limpiar y ordenar aquello que no te corresponde, incluso si hay alguien contratado para eso. Ese tiempo de libertad que regalaste al tomarte la molestia de hacer las tareas de otro, es un regalo que siempre caerá bien.

9. Piensa en el que viene después de ti.

Este es un regalo genérico de amor al prójimo: piensa en el que viene después de ti. Ya sea en el baño, dejando el carrito del supermercado donde corresponde en los estacionamientos, tirando el chicle a la basura, y una lista interminable de etcéteras. Es poco probable que te lo agradezcan, pero tu también eres el prójimo de alguien y sabes como siente cuando el que estuvo antes de ti no lo hizo muy bien.

10. Dona tu amistad desinteresada. Atrévete a conocer a alguien.

Un regalo genial y muy grande es ofrecer tu amistad de forma real a alguien de quien no puedes sacar beneficio. Alguien que no consideres es un “par” tuyo, alguien menor o mayor en edad, alguien en una distinta “escala social” o “laboral” comparado contigo. Una amistad nueva. Es lógico que de buenas a primeras no serán los mejores amigos, pero el solo hecho de ofrecer tu amistad a alguien que nunca esperaría que tú te le acerques, es un tremendo obsequio.

II DOMINGO DESPUÉS DE NAVIDAD. CICLO C


Celebramos hoy, el segundo domingo después de navidad, en un ambiente de gozo y alegría. Nuestra celebración de hoy quiere ser reposada, tranquila y que propicie la interiorización del Evangelio, que nos dice: en Dios estaba la Palabra, que es comunicación y revelación. En esa Palabra había Vida y Luz. Nosotros mismos somos fruto de esa Palabra, que se ha “hecho carne” y ha “acampado entre nosotros”. Un Dios hecho carne, identificado con nuestra debilidad, respirando nuestro aire, comunicando y sufriendo con nuestros problemas. Seguimos buscando a Dios arriba en los cielos, cuando está en la tierra, y seguimos sin acogerlo con fe en nuestro interior. Confesamos con entusiasmo la Encarnación de Dios y olvidamos que Cristo está en medio de nosotros y sólo le podemos encontrar entre las personas, con las personas y en las personas. Sepamos acoger siempre a nuestros hermanos.

Hoy las lecturas tienen un mismo hilo conductor: todo nos lleva a Jesús. En la primera, veremos como la sabiduría, está junto a Dios. En la segunda San Pablo nos presenta un bonito himno en el que nos recuerda que, Dios, nos salva a todos por medio de Jesucristo. Finalmente, en el Evangelio, una vez más nos quedaremos emocionados cuando contemplemos que Dios se revela definitivamente en Jesucristo.

La Primera Lectura (Eclo 24, 1-4. 8-12) habla de la sabiduría que es la ciencia de Dios. Esa sabiduría da testimonio y es la revelación de Dios como creador y salvador; da a conocer su espíritu, su palabra y su providencia. El pueblo de Dios es el que la recibe y obra a imagen de ella. Es, pues, un don que anima, desde siempre, el corazón humano. Somos hijos de Dios y herederos de la gloria de Jesucristo.

En el Salmo (147) "La Palabra se hizo carne y acampó entre nosotros" el verso responsorial del salmo que cantamos procede del prólogo del Evangelio de San Juan, que también escucharemos. Este Salmo era para los judíos de tiempos de Jesús una exaltación de Dios como salvador de los pobres y de los humildes. Es perfectamente válido hoy también para cada uno de nosotros.

En la Segunda Lectura (Ef.1, 3-6. 15-18) el apóstol Pablo nos ofrece una profunda reflexión sobre la Iglesia, nuevo Pueblo de Dios, y lo presenta como un proyecto concebido por Dios desde los orígenes de la historia. Y es que Dios, por la fuerza de su amor, nos ha predestinado en Cristo a ser sus hijos adoptivos, con todos los derechos que ello supone.

En el Evangelio (Jn  1,1-18)  se nos ofrece la reflexión de Juan, el discípulo amado. El evangelista nos presenta a Jesús como la Palabra definitiva de Dios. Y él siente que es una palabra cercana, que ha acampado entre nosotros, iluminando de este modo nuestra vida. Abrirnos a esta presencia es la gran propuesta y la invitación que se nos hace en el día de hoy.


Viniste al mundo, Señor.
Y, por venir hasta nosotros,
nos sentimos afortunados y dichosos:
¡Nunca nos había ocurrido algo parecido!
¡No te vayas, Señor!
¡Quédate junto a nosotros, Señor!
¡Deja que sigamos adorando tu divinidad!
¡Permite que te dejemos los dones
de nuestra fe, esperanza y caridad! 

viernes, 1 de enero de 2016

SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS


Virgen y Madre María, tú que, movida por el Espíritu,
acogiste al Verbo de la vida en la profundidad de tu humilde fe,totalmente entregada al Eterno,ayúdanos 
a decir nuestro «sí»ante la urgencia, más imperiosa que nunca, 
de hacer resonar la Buena Noticia de Jesús.

Tú, llena de la presencia de Cristo, 
llevaste la alegría a Juan el Bautista, 
haciéndolo exultar en el seno de su madre.
T
ú, estremecida de gozo, 
cantaste las maravillas del Señor.
Tú, que estuviste plantada ante la cruz
con una fe inquebrantable 
y recibiste el 
alegre consuelo de la resurrección,
recogiste a los discípulos en la espera del Espíritu
para que naciera la Iglesia evangelizadora.

Consíguenos ahora un nuevo ardor de resucitados
para llevar a todos el Evangelio de la vida
que vence a la muerte.
Danos la santa audacia de 
buscar nuevos caminos 
para que llegue a todos
el don de la belleza que no se apaga.

Tú, Virgen de la escucha y la contemplación,
madre del amor, esposa de las bodas eternas,
intercede por la Iglesia, de la que eres icono purísimo,
para que nunca se encierre ni se detenga
en su pasión por instaurar el Reino.

Estrella de la nueva evangelización,
ayúdanos a resplandecer en el testimonio de la comunión, 
del servicio, de la fe ardiente y generosa,
de la justicia y el amor a los pobres, 
para que la alegría del Evangelio 
llegue hasta los confines de la tierra
y ninguna periferia se prive de su luz.

Madre del Evangelio viviente, 
manantial de alegría 
para los pequeños, 
ruega por nosotros.
Amén.

1 DE ENERO. SOLEMNIDAD DE SANTA MARÍA, MADRE DE DIOS

Iniciamos el año nuevo con la celebración de la Solemnidad de Santa María, Madre de Dios. La Iglesia fija su mirada en la celestial Madre de Dios que estrecha entre sus brazos al Niño Jesús: fuente de toda bendición. Además, hoy celebramos la Jornada Mundial de la Paz , una paz que todos anhelamos y necesitamos. Paz en el mundo, paz en nuestras relaciones interpersonales y paz dentro de nosotros mismos.

El Señor nos muestra a María Santísima, la elegida de Dios Padre, para que sea Madre de su Hijo, que nace hombre para darnos la filiación divina. La Madre del Redentor, camina con nosotros y nos guía, con ternura materna, hacia el futuro. Así, ayuda a la humanidad a cruzar todos los umbrales de los años, de los siglos y de los milenios, sosteniendo su esperanza en aquel que es el Señor de la historia. Como ella, sepamos estar atentos a lo que el Señor quiere decirnos, para poder descubrir en nuestra vida de cada día, la salvación de Dios.

Hoy, en la Liturgia, se nos recuerda que la paz es fruto de la vida espiritual. Además, veremos como Jesús es el gran regalo que estamos contemplando en estas Navidades. Claro está que, para ello, hemos de cultivar la pequeñez que, por ejemplo, tuvieron los pastores. O, por ejemplo, la pequeñez que tuvo María.

En la Primera Lectura (Nm. 6, 22-27) los sacerdotes de Israel, cuando comenzaba el nuevo año, bendecían al pueblo. Bendecir es «decir-bien» a una persona, a un objeto o a un lugar. Dios, al comienzo del nuevo año, “dice bien” a todos. La bendición divina es signo de su amor paternal. Nos concede su paz e ilumina su rostro sobre nosotros.

El Salmo (66) "El Señor tenga piedad y nos bendiga" se utilizaba como fórmula litúrgica para dar gracias a Dios por la bondad de las cosechas. Y es un poema de gran fuerza que expresa el agradecimiento a un Dios que ayuda siempre y que se ocupa de sus criaturas. Es una buena forma para alabar a Dios en este primer día del año.

En la Segunda Lectura (Gl 4, 4-7) el apóstol Pablo nos recuerda que gracias a Jesús podemos llamar “Abba”, Padre, a Dios. Desgraciadamente, estamos muy acostumbrados a llamarle así y no somos conscientes del gran regalo que esto supone: él es nuestro Padre y nosotros somos sus hijos; hijos protegidos y amados.


En el Evangelio (Lc 2, 16-21) los pastores, motivados y animados por el anuncio del ángel, se ponen inmediatamente en camino para ver lo que Dios les ha manifestado. Los pastores están despiertos, vigilan, esperan, permanecen, buscan, caminan, se animan, cantan, agradecen, bendicen y expresan su júbilo; sin duda, una actitud activa de quienes han puesto su confianza en el Señor. Por otro lado, el evangelista Lucas nos dice que María escucha a Dios en los acontecimientos y que conserva en su interior todo lo que los pastores dicen. Seguro que a María no le debió resultar nada fácil ser la elegida y vivir lo que acontecía en ella. Como en nosotros, también en María, la fe fue un proceso.

La Madre del Redentor nos precede y continuamente nos confirma en la fe, en la vocación y en la misión. Con su ejemplo de humildad y de disponibilidad a la voluntad de Dios nos ayuda a traducir nuestra fe en un anuncio del Evangelio alegre y sin fronteras. Pidamos a María, la Madre de Jesús, que nos ayude a comprender y a vivir cada día la fraternidad que brota del corazón de su Hijo, para llevar paz a todos los que nos rodean en este mundo.



¡Vayamos! ¡Corramos! 
El Señor, con su Nacimiento,
ya está alumbrando con 12 lámparas
cada mes de este Año Nuevo.
El Espíritu, con su brisa suave
nos infundirá 366 soplos de aliento divino.
La Virgen María, Madre de Dios y nuestra,
marchará delante de nosotros, sus hijos e hijas,
ayudándonos a vivir dignamente
cada hora y cada segundo, cada día y cada instante
de este Año Nuevo que ahora se inicia
¡Vayamos! ¡Corramos! La vida y la fe nos espera.
AMEN