A continuación les presentamos una oración sencilla para poder rezar con humildad aprovechando nuestras debilidades.
Primera parte :
Diálogo en el cuál, mi alma le dice a Jesús: “no sé”, y Jesús le contesta a mi alma.
*Mi alma: "no sé” qué decir.
*Jesús: es que no tienes que decir nada, tan sólo haz silencio y escucha.
*Mi alma: "no sé” cómo comenzar.
*Jesús: es que no hay que comenzar lo que inició desde toda la eternidad. Yo te amé y te amo con amor eterno.
*Mi alma: "no sé” cómo entrar en presencia de Dios.
*Jesús: me tienes dentro,en tu interior, busca bien, eres templo de Dios, haz silencio.
*Mi alma: "no sé” qué hacer en la oración.
*Jesús: no tienes que hacer nada, sino dejarte mirar por mí, escucharme, lo demás, llega sólo.
*Mi alma: “no sé” cómo escuchar.
*Jesús: mi Palabra es eterna, inclínate hacia tu corazón, escúchalo, ahí está grabada delante de ti, yo te guío por el camino de la verdad y la vida, acompáñame.
Segunda parte:
*Mi alma: "no sé” qué decir.
*Jesús: es que no tienes que decir nada, tan sólo haz silencio y escucha.
*Mi alma: "no sé” cómo comenzar.
*Jesús: es que no hay que comenzar lo que inició desde toda la eternidad. Yo te amé y te amo con amor eterno.
*Mi alma: "no sé” cómo entrar en presencia de Dios.
*Jesús: me tienes dentro,en tu interior, busca bien, eres templo de Dios, haz silencio.
*Mi alma: "no sé” qué hacer en la oración.
*Jesús: no tienes que hacer nada, sino dejarte mirar por mí, escucharme, lo demás, llega sólo.
*Mi alma: “no sé” cómo escuchar.
*Jesús: mi Palabra es eterna, inclínate hacia tu corazón, escúchalo, ahí está grabada delante de ti, yo te guío por el camino de la verdad y la vida, acompáñame.
Segunda parte:
En esta segunda parte veremos la oración del “no sé” en algunos personajes del Nuevo Testamento:
María la Magdalena: “no sé” perdonarme
Jesús: no tienes que perdonarte, Yo te perdono y te levanto con dignidad, porque eres hija de un Rey.
Tomás: “no sé” cuál es el camino.
Jesús: ¿no ves el camino? Soy Yo, tócame, yo te sostengo. Si te sujetas a mí y caminas a mi lado ya estás en el Camino y llegarás a la Verdad y la Vida.
Felipe: “no sé” quién es el Padre, no lo veo.
Jesús: quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo hago lo que es de su agrado.
Pedro: “no sé” caminar sobre el agua.
Jesús: fija en mí la mirada y podrás caminar sobre cualquier obstáculo. Si quitas tu mirada, te hundirás, confía en mí.
Samaritana: "no sé” dónde puedo saciar mi sed.
Jesús: ven a saciarte en mi fuente, yo soy el Agua que salta hasta la vida eterna.
Lázaro: "no sé” cómo asumir el dolor y la muerte.
Jesús: ¡no temas!, Yo Soy el Médico y la Medicina; la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá para siempre.
Zaqueo: "no sé” cómo llenar el vacío de mi vida.
Jesús: déjame entrar en tu casa y llenarte con mi compañía.
Juan: "no sé” permanecer de pie junto a la cruz sin sentirme desfallecer.
Jesús: si te caes, yo te sostendré. La fidelidad pasa por la valentía de reconocer que sin mí nada puedes, que tu fuerza soy yo.
Marta: "no sé” qué hacer con mis cansancios y preocupaciones.
Jesús: siéntate a mis pies, escucha mis Palabras, no te afanes tanto, no necesito que hagas mucho sino que ames mucho.
Buen ladrón: "no sé” cómo reparar mi daño, devolver lo que he robado.
Jesús: déjame robarte el corazón y llevarlo conmigo al cielo.
Ejercicio para la oración:
A continuación, podemos ponernos en presencia de Dios nuestro Padre y presentar nuestros “no sé" a Cristo, escuchando cómo Él nos va respondiendo y así, dejar que nos llene de su sabiduría. Nosotros “no sabemos”, Él es la sabiduría infinita que nos ama, nos conoce y nos abraza. Nos quiere enriquecer con su presencia en nuestras vidas.
Jesús: no tienes que perdonarte, Yo te perdono y te levanto con dignidad, porque eres hija de un Rey.
Tomás: “no sé” cuál es el camino.
Jesús: ¿no ves el camino? Soy Yo, tócame, yo te sostengo. Si te sujetas a mí y caminas a mi lado ya estás en el Camino y llegarás a la Verdad y la Vida.
Felipe: “no sé” quién es el Padre, no lo veo.
Jesús: quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo hago lo que es de su agrado.
Pedro: “no sé” caminar sobre el agua.
Jesús: fija en mí la mirada y podrás caminar sobre cualquier obstáculo. Si quitas tu mirada, te hundirás, confía en mí.
Samaritana: "no sé” dónde puedo saciar mi sed.
Jesús: ven a saciarte en mi fuente, yo soy el Agua que salta hasta la vida eterna.
Lázaro: "no sé” cómo asumir el dolor y la muerte.
Jesús: ¡no temas!, Yo Soy el Médico y la Medicina; la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá para siempre.
Zaqueo: "no sé” cómo llenar el vacío de mi vida.
Jesús: déjame entrar en tu casa y llenarte con mi compañía.
Juan: "no sé” permanecer de pie junto a la cruz sin sentirme desfallecer.
Jesús: si te caes, yo te sostendré. La fidelidad pasa por la valentía de reconocer que sin mí nada puedes, que tu fuerza soy yo.
Marta: "no sé” qué hacer con mis cansancios y preocupaciones.
Jesús: siéntate a mis pies, escucha mis Palabras, no te afanes tanto, no necesito que hagas mucho sino que ames mucho.
Buen ladrón: "no sé” cómo reparar mi daño, devolver lo que he robado.
Jesús: déjame robarte el corazón y llevarlo conmigo al cielo.
Ejercicio para la oración:
A continuación, podemos ponernos en presencia de Dios nuestro Padre y presentar nuestros “no sé" a Cristo, escuchando cómo Él nos va respondiendo y así, dejar que nos llene de su sabiduría. Nosotros “no sabemos”, Él es la sabiduría infinita que nos ama, nos conoce y nos abraza. Nos quiere enriquecer con su presencia en nuestras vidas.
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