domingo, 28 de diciembre de 2014

SOLEMNIDAD DE LA SAGRADA FAMILIA:JESÚS, MARÍA Y JOSÉ.

Celebramos hoy, la Solemnidad de la Sagrada Familia, la Familia de Nazaret. No podía ser de otra manera: si el Hijo de Dios se ha hecho hombre como cualquiera de nosotros, tiene que nacer, vivir y crecer en el seno de una familia, la de José y María, modelo para nuestras familias de amor incondicional. La Palabra de Dios nos presenta así a la familia como ámbito de integración y de vida, como núcleo importante en el desarrollo de cada persona. ¡Qué importante ha de ser la familia a los ojos de Dios cuando lo primero que procura para su Hijo es una familia! 

Las lecturas que vamos a escuchar en este día, tratan las características que ha de tener una familia: el amor, la esperanza, la fortaleza,el respeto, la unión. Además, el Evangelio, nos habla que incluso en medio de las dificultades la familia ha de salir unida hacia
 adelante. Es en periodo de prueba donde se ve la grandeza y profundidad del amor.

La Primera Lectura (Eclo 3, 2-6. 12-14) hace un comentario al cuarto mandamiento: el de honrar a los padres. En el lenguaje sapiencial se equipara a los padres con el anciano, el maestro, el sabio, el hombre de experiencia. En los hijos comporta respeto, servicio y auxilio. Todo ello como lenguaje del amor, que engrandece la relación humana y la orienta hacia Dios. El autor del Antiguo Testamento nos da enseñanzas firmes para que nuestras familias funcionen en el amor y en la esperanza.

El Salmo (127) "Dichosos los que temen al Señor y siguen sus caminos" es un canto constante de bendición del hombre justo al Señor Dios. Pero a su vez esa bendición vuelve hacia los fieles convertida en apoyo de Dios al camino de quienes en Él confían. Y ese entrelazamiento de Dios con quienes se entregan a Él constituye esa doble corriente de amor y de ternura. 

En la Segunda Lectura (Col. 3, 12-21) el apóstol Pablo escribe a los colosenses y les exhorta a practicar las virtudes humanas y cristianas como elegidos de Dios. Esto es, ir creando la comunidad cristiana como una familia, en cuyo seno se promueve la fraternidad, una familia nacida de un gran amor. 

El Evangelio (Lc 2, 22-40) nos presenta el cántico y la profecía de Simeón. El “ahora” con el que comienza tiene el mismo significado que el “hoy” del anuncio de los ángeles a los pastores: se ha dado la irrupción total de Dios en la historia mediante el Mesías esperado. Estamos en el tiempo de gracia, en el tiempo en que Dios habla de una manera muy explícita, en su Hijo, a su pueblo. 

Hemos contemplado en esta celebración el amor de Dios encarnado en la Familia de Nazaret. Jesús, María y José nos invitan a descubrir la grandeza y la sencillez de vida y a vivir la experiencia del Amor de Dios en nuestras familias. Que esta fiesta despierte en nosotros el deseo sincero de ser mensajeros de ese Amor en nuestros hogares, con nuestros vecinos, en nuestro entorno. ¡Que disfrutemos de nuestra familia!


Padre DIOS todo poderoso,que quisiste que 
tu hijo Jesús naciera y creciera en el calor 
y en el amor familiar  
al lado de María, y de San José,  
bendice con tu Espíritu 
a nuestras familias cristianas,
que en medio de cansancios y esperanzas,
 dudas 
y alegrías, gozos y temores,ilusiones
y desencantos, caminen hacia Ti.
Haz Señor, que crezca siempre más y más el amor mutuo 
de los esposos y de los padres e hijos entre sí.
Consolida la unión y el amor de quienes llamaste 
al matrimonio y a la familia, y haz que en nuestros hogares, 
se reflejen fielmente las virtudes 
y la sencillez de la Familia de Nazaret.
AMÉN

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