domingo, 8 de septiembre de 2013

NATIVIDAD DE LA VIRGEN MARÍA.

Celebramos hoy la Natividad de la Virgen María, el día en que apareció la estrella que anunciaba la salvación que nuestro Señor, trajo a la humanidad. 
La Iglesia recuerda el día del nacimiento de la Virgen María cada 8 de septiembre.

María es la Inmaculada, la concebida sin pecado. Dios podía liberar a quien iba a ser madre de su Hijo de toda mancha de pecado, lo quiso y lo realizó. Ella es la sin-pecado.
María es la colmada de gracia, la amada de Dios; así la llamó el ángel Gabriel como nombre propio, y esa identidad configura esencialmente la vida de la Nazarena. 
María es la mujer creyente, la que se fía de Dios sin reserva alguna; así la saluda su prima Isabel: "Dichosa tú, que has creído". Ella es nuestra madre en la fe. 
María abandona su propio proyecto por el que le revela el Ángel de 
Dios: "Hágase en mí según tu Palabra".
María es la madre del Verbo encarnado: "Concebirás en tu vientre y darás a luz un Hijo", el Hijo de Dios. Es la madre de Jesús de Nazaret, Dios y hombre verdadero, es también verdadera Madre de Dios.
María es la contemplativa por excelencia, ella "guardaba todas estas cosas en su corazón". Maestra en acoger la Palabra, meditarla y alumbrarla.
María es la mujer servicial: "Subió deprisa a la montaña a servir a su prima". Ella se tiene por esclava, servidora del Señor, y de cuantos tengan necesidad de su ayuda.
María es la mujer agradecida, sensible a los dones recibidos. No se cree con derechos y reconoce a quien es la causa de su privilegio: "Proclama mi alma la grandeza del Señor".
María es mujer solidaria, sensible, social. La vemos actuar en el marco de una boda de manera comprometida cuando le dice a su Hijo: "No tienen vino".
María es la mujer fuerte, no se amedrenta frente a la dificultad. "Junto a la Cruz estaba María, su madre, siempre al lado de su hijo".
María es la mujer orante; dialogó con el Ángel, acudió al templo con angustia buscando a su Hijo, se reunió con los discípulos a la esperan del don del Espíritu Santo.
María es la mujer ensalzada, gloriosa, colocada junto a su Hijo en el cielo.

Por el nacimiento de María se enciende nuestra esperanza, el sentido de nuestra peregrinación. Ella, Medianera de todas las gracias, permanece en el desierto como mujer entrañable.

¡Gracias Jesús por habernos dejado a María como madre y modelo de santidad!

 Hoy nace una clara estrella, 
tan divina y celestial, 
que, con ser estrella, es tal, 
que el mismo sol nace de ella. 
De Ana y de Joaquín, 
oriente de aquella estrella divina, 
sale luz clara y digna de ser pura eternamente; 
el alba más clara y bella no le puede ser igual,que,
con ser estrella, es tal,que el mismo Sol nace de ella.
No le iguala lumbre alguna de cuantas bordan el cielo,
porque es el humilde suelo
de sus pies la blanca luna: 
nace en el suelo tan bella y con luz tan celestial, 
que, con ser estrella, es tal, 
que el mismo Sol nace de ella.

1 comentario:

  1. Señor Jesús, el día de hoy es de gozo y de gratitud. Gozo, por el nacimiento de María. Gratitud, porque hiciste obras grandes en ella. La felicitamos y te felicitamos del acierto que tuviste al elegirla por Madre. Su nacimiento alegra el universo, porque es la estrella que anuncia un tiempo nuevo de salvación para todos los hombres. ¿Qué sería nuestra vida de fe sin la presencia maternal de la Madre?. Gracias Jesús por dejarnos a María como madre y modelo de santidad.

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