lunes, 29 de febrero de 2016

BAUTISMOS DE LOS NIÑOS QUE SE PREPARAN PARA LA PRIMERA COMUNIÓN.

El pasado sábado día 27 de febrero, en la Eucaristía Familiar tuvo lugar el bautismo de tres de los pequeños que se preparan para realizar en mayo su primera comunión.

La celebración se inició desde la entrada central de la Parroquia, comenzando de este modo el rito del Bautismo, con la acogida de los niños. El Padre Óscar en nombre de la Iglesia, les hizo a cada uno, la señal de la cruz, y luego invitó a los padres y padrinos a hacer lo mismo.

"La comunidad cristiana te recibe con gran alegría, yo en su nombre te signo con la señal de Cristo Salvador."

 

Después Alejandra, Álvaro y Cristian, con sus respectivos padres y padrinos, entraron junto a nuestro párroco el Padre Óscar en procesión. Los allí reunidos, grandes y pequeños junto al Coro Parroquial "Ángeles de Dios", los acompañaban cantando.

Tras las lecturas realizadas por tres de sus compañeras de catequesis, en el momento de la Homilía, el Padre Óscar continuaba con el rito del Bautismo, explicando paso por paso a los allí presentes el significado de cada signo y símbolo del Sacramento.


Seguidamente, se realizaron las peticiones pidiendo a los Santos, su protección sobre los nuevos cristianos. Después el Padre Óscar los fue llamando y los ungió con el óleo de los catecúmenos en el pecho y la espalda de cada uno de ellos, expresando así la fortaleza que Dios nos da para combatir el pecado y el mal de este mundo.


El Padre Óscar continúo, invitando a las madrinas a subir al altar para que sumergiendo la mano derecha, lo ayudasen a bendecir el agua para que el poder del Espíritu Santo descendiera sobre ella, y así los  pequeños que se bautizaban pudieran renacer como hijos de Dios. 



Después, invitó a todos a realizar la profesión de fe. Ser cristiano significa querer vivir como Cristo: renunciar a todo lo que nos aparta de Dios y profesar nuestra fe en Él, que es Padre, Hijo y Espíritu Santo. 

Tras ello, los padres y padrinos se acercaron a la fuente bautismal y el Padre Óscar derramó agua tres veces sobre la cabeza de cada uno diciendo: "YO TE BAUTIZO EN EL NOMBRE DEL PADRE, Y DEL HIJO, Y DEL ESPÍRITU SANTO."



El agua es signo de vida nueva, el sacerdote la derrama sobre nuestra cabeza tres veces, para expresar que el Bautismo nos sumerge en la Vida Divina. Por el Bautismo nos incorporamos a la muerte y resurrección de Jesús, y con Él, morimos al pecado y renacemos a la vida de Hijos de Dios.

A continuación, el Padre Óscar ungió con el santo crisma a cada uno de los pequeños. La crismación significa el don del Espíritu Santo. El que ha sido bañado y ha renacido, ahora es consagrado, ungido para siempre a Cristo Sacerdote, Profeta y Rey, que por la fuerza del Espíritu Santo, impregnará toda su vida con el buen olor de Cristo. 


Tras la crismación, nuestro sacerdote explicó que ser bautizados es como ser revestidos de Cristo, por eso, como signo visible de la vida de resucitados que han recibido, se le impuso a cada uno la vestidura blanca, signo de pureza.


Para finalizar el rito del Bautismo, el Padre Óscar invitó a los padrinos a encender la vela del cirio Pascual que representa a Cristo Resucitado. Esta luz que recibieron, signo de la luz de Cristo debe iluminar a estos niños durante toda su vida. 


De este modo los padres y padrinos, se comprometieron a acrecentar esta luz, para que cada uno de los niños, iluminado por Cristo, camine siempre como hijo de la luz perseverando en su fe.


Después, el Padre Óscar les entregó a cada uno de ellos una cruz como recuerdo del día de su bautismo.


Fue una celebración muy emotiva y especial para todos los que allí se reunieron y compartieron con gran alegría el bautismo de estos tres pequeños. 

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