Hoy celebramos el tercer Domingo de Adviento, denominado también Domingo Gaudete , según el calendario litúrgico. Gaudete quiere decir regocijaos, y a este día se le define de esta manera ya que es la primera palabra que se menciona en la celebración de la santa misa, específicamente en la introducción. Se inicia así, pues busca animar al pueblo a continuar con las preparaciones para la Solemnidad de la Natividad del Señor (el día de Navidad), que está más cerca. Por eso la vela de nuestra corona de Adviento tiene su tercera vela color rosa, es la mezcla del morado con el blanco (el adviento pero con un toque de navidad), propio de este domingo.
El encuentro con el Señor es la
causa principal de nuestra alegría. El apóstol San Pablo nos exhorta hoy diciendo:
"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres, porque el
Señor está cerca". Y Juan el Bautista nos indica que, la conversión debe llevarnos a vivir el amor a Dios y al prójimo cumpliendo nuestros deberes, respetando la justicia y practicando la caridad. El Señor está ya cerca. Va a venir a salvarnos, a darnos la paz, a decirnos que Dios nos ama incondicionalmente. Y por ello estamos muy contentos, hemos de prepararle el camino con mucha alegría,abriendo nuestros corazones a su llegada para que habite en cada uno de nosotros.
Encendemos la tercera vela de la corona de Adviento,como signo de espera gozosa.El Señor va a llegar. Preparemos pues nuestros corazones con inmensa alegría, porque ya se acerca. ¡Ven, Señor, a salvarnos, envuélvenos en tu luz, caliéntanos en tu amor!
Jesús, en este Adviento, pon a punto mi corazón,
ensancha mis pensamientos, da alas a mis ilusiones.
Haz más profunda mi vida, hazme más auténtico,
arranca de mi todas mis violencias y rencores.
Ábreme el corazón y los ojos para verte,
llegar un año más, como siempre.
VEN SEÑOR JESÚS
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