domingo, 10 de marzo de 2013

IV DOMINGO DE CUARESMA


Celebramos el Cuarto Domingo de Cuaresma también llamado desde hace muchos siglos Laetare, de la alegría. Y viene ello de la antífona de entrada de la misa en la que, utilizando un texto del profeta Isaías, nos pide que nos alegremos. Es buena lección para aquellos que creen que la Cuaresma es algo triste y deslucido. No es así: nos llega la alegría inmensa de saber que caminamos hacia la Pascua, hacia la Resurrección del Señor, hacia el triunfo definitivo de Jesús.  

La Cuaresma es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual. La Cuaresma es un camino de CONVERSIÓN. Conversión es, sobre todo, volver a Dios, buscarlo y, encontrándolo, permanecer en Él, vivir en Él, con Él y para Él. Convertirse es morir con Cristo para resucitar con Él. Y debe hacerse con decisión hasta lo más profundo de nuestro ser.

En este domingo, el Evangelio de San Lucas nos invita a la reconciliación, por medio de la parábola del hijo pródigo, contada por Jesús, cuyo protagonista principal: no es el hijo pecador que se aleja, no es el hermano mayor que no sabe nada de cariño y de perdón, es el padre que ama y que perdona, que mira con compasión y misericordia a su hijo arrepentido.Esta parábola contada por Jesús, nos enseña que hemos de saber todos arrepentirnos de corazón y volver a los brazos del Padre que espera pacientemente el regreso de su hijo arrepentido.


                          No podemos nunca dejar de darte gracias, 
Dios nuestro, porque nos has tratado 
como un padre y una madre
y has salido a nuestro encuentro,
te has adelantado a darnos tu cariño,
sin tener en cuenta siquiera 
cómo te correspondemos.
Gracias por ser como eres, puro amor,
pura bondad y generosidad.
Gracias porque estás en nuestro interior,
porque nos sostienes y nos das la vida.

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