sábado, 13 de junio de 2015

LA ORACIÓN DEL "NO SÉ"


En algunas ocasiones, cuando nos ponemos en presencia de Dios para orar, nos vemos en la dificultad del que decir, de cómo orar, de cómo presentar a Dios nuestras plegarias y/o dificultades del día a día. Podríamos decir que la oración es fácil y difícil a la vez. Es fácil, porque es Dios el que toma la iniciativa y a nosotros nos toca responder. Es difícil, porque nos gustaría “saber” muchas cosas en esta relación con Dios, pero con humildad tenemos que reconocer que no sabemos. Pero es precisamente en este “no saber” donde encontramos una gran riqueza si dejamos que Jesús nos hable a nuestro corazón.

A continuación les presentamos una oración sencilla para poder rezar con humildad aprovechando nuestras debilidades.

Primera parte
Diálogo en el cuál, mi alma le dice a Jesús: “no sé”, y Jesús le contesta a mi alma.

*Mi alma: "no sé” qué decir.
*Jesús: es que no tienes que decir nada, tan sólo haz silencio y escucha.
*Mi alma: "no sé” cómo comenzar.
*Jesús: es que no hay que comenzar lo que inició desde toda la eternidad. Yo te amé y te amo con amor eterno.
*Mi alma: "no sé” cómo entrar en presencia de Dios.
*Jesús: me tienes dentro,en tu interior, busca bien, eres templo de Dios, haz silencio.
*Mi alma: "no sé” qué hacer en la oración.
*Jesús: no tienes que hacer nada, sino dejarte mirar por mí, escucharme, lo demás, llega sólo.
*Mi alma: “no sé” cómo escuchar.
*Jesús: mi Palabra es eterna, inclínate hacia tu corazón, escúchalo, ahí está grabada delante de ti, yo te guío por el camino de la verdad y la vida, acompáñame.

Segunda parte: 
En esta segunda parte veremos la oración del “no sé” en algunos personajes del Nuevo Testamento:

María la Magdalena: “no sé” perdonarme
Jesús: no tienes que perdonarte, Yo te perdono y te levanto con dignidad, porque eres hija de un Rey.
Tomás: “no sé” cuál es el camino.
Jesús: ¿no ves el camino? Soy Yo, tócame, yo te sostengo. Si te sujetas a mí y caminas a mi lado ya estás en el Camino y llegarás a la Verdad y la Vida.
Felipe: “no sé” quién es el Padre, no lo veo.
Jesús: quien me ha visto a mí, ha visto al Padre. Yo hago lo que es de su agrado.
Pedro: “no sé” caminar sobre el agua.
Jesús: fija en mí la mirada y podrás caminar sobre cualquier obstáculo. Si quitas tu mirada, te hundirás, confía en mí.
Samaritana: "no sé” dónde puedo saciar mi sed.
Jesús: ven a saciarte en mi fuente, yo soy el Agua que salta hasta la vida eterna.
Lázaro: "no sé” cómo asumir el dolor y la muerte.
Jesús: ¡no temas!, Yo Soy el Médico y la Medicina; la Resurrección y la Vida. El que cree en mí no morirá para siempre.
Zaqueo: "no sé” cómo llenar el vacío de mi vida.
Jesús: déjame entrar en tu casa y llenarte con mi compañía.
Juan: "no sé” permanecer de pie junto a la cruz sin sentirme desfallecer.
Jesús: si te caes, yo te sostendré. La fidelidad pasa por la valentía de reconocer que sin mí nada puedes, que tu fuerza soy yo.
Marta: "no sé” qué hacer con mis cansancios y preocupaciones.
Jesús: siéntate a mis pies, escucha mis Palabras, no te afanes tanto, no necesito que hagas mucho sino que ames mucho.
Buen ladrón: "no sé” cómo reparar mi daño, devolver lo que he robado.
Jesús: déjame robarte el corazón y llevarlo conmigo al cielo.

Ejercicio para la oración:
A continuación, podemos ponernos en presencia de Dios nuestro Padre y presentar nuestros “no sé" a Cristo, escuchando cómo Él nos va respondiendo y así, dejar que nos llene de su sabiduría. Nosotros “no sabemos”, Él es la sabiduría infinita que nos ama, nos conoce y nos abraza. Nos quiere enriquecer con su presencia en nuestras vidas.

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