domingo, 10 de marzo de 2013

PEREGRINACIÓN A LA CRIPTA DEL BEATO FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE, GRANADA

El pasado jueves, día 28 de febrero, tuvo lugar la peregrinación a la Cripta del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, en Granada.  Tras un largo viaje a causa de los contratiempos de la meteorología, llegamos a la cripta, donde celebramos la eucaristía, siendo ésta presidida y celebrada por el padre Carlos. Una vez allí,el fraile capuchino, guardián de la cripta del Beato, dio una charla y explicó cada una de las pinturas como veremos a continuación.
El autor de la decoración de la Cripta,el P. Hugollino de Belluno, selecciona 10 episodios representativos de la vida de Fray Leopoldo y los plasma mediante la técnica del fresco injertado en el grafito.
Comienza representando a Fray Leopoldo cuando era un muchacho pastoreando un rebaño de ovejas, que al ver a una mujer pobre con un niño en brazos, le regala su comida. Detrás de esta imagen, podemos observar representada en azul a la madre de Dios. Muestra el corazón misericordioso, la caridad que en nombre del Señor  tuvo aquel muchacho; de ahí la frase evangélica colocada en lo alto del cuadro: 
"Tuve hambre y me disteis de comer"(Mt.25,35)

En el siguiente cuadro aparece representado mientras segaba con su hermano Juan, éste quiso dar a un mendigo el salario que había ganado, pero su hermano se lo impidió. Entonces Fray Leopoldo, optó por dar al pobre sus propios chanclos.Detrás del pobre, aparece la imagen luminosa de Cristo.Una vez más podemos ver el significado humanitario y bondadoso de la vida del beato, respondiendo a la frase que encontramos en la parte superior del cuadro: 
"Estuve desnudo y me vestisteis" (Mt.25,36)


El siguiente cuadro, recoge un momento trascendental en la vida de Fray Leopoldo: el paso misterioso del Señor provocando en su alma el deseo de ser capuchino.Detrás de los dos predicadores, se proyectan las imágenes de san Francisco y san Antonio, apareciendo en primer plano Fray Leopoldo puesto de relieve por la figura de un capuchino a su lado, en la parte superior podemos leer, el anhelo de Fray Leopoldo por pertenecer a este colectivo :
"Quiero ser capuchinos como ellos".

En la siguiente escena, aparece Fray Leopoldo cumpliendo con la misión encomendada por sus superiores de ser limosnero. Esta labor, le acarreó insultos, dificultades, incluso hasta pedradas que ponían en peligro su integridad física, pero Fray Leopoldo no se cansaba y seguía con su labor a pesar de todo. Aparece representado con las alforjas al hombro, encorvado, subiendo una escala empinada, tras las huellas ensangrentadas del vía crucis del Señor. Detrás de él, aparece la imagen de Jesús con la cruz; y en la parte superior uno de los consejos de Fray Leopoldo: "Recibamos lo que nos dan, bueno y malo".


A continuación aparece representado en su labor como hortelano.La imagen luminosa del Padre lo enmarca haciendo de fondo, de fondo a él y ala simbólica frase de Jesús:"Ego sum vitis vera...et Pater meus agricola est" (Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador) (Jn.15,1). En la parte superior de la imagen, podemos recordar una de las confesiones que Fray Leopoldo solía hacer a los labradores: "Soy un campesino como vosotros".


En la siguiente escena, podemos ver a Fray Leopoldo en su servicio como enfermero cuidando a un hermano de su Comunidad que se encuentra enfermo. Detrás de los dos se proyecta el episodio del buen samaritano; todo esto traducido en la frase evangélica que corona la escena: "Estuve enfermo y me visitasteis"(Mt.25,36).


El el siguiente grafito, aparece recogido un episodio revelador de la sabiduría espiritual de Fray Leopoldo, que acompañado de un teólogo de la Orden se entretiene conversando con un arzobispo que recaba sus consejos de hombre de Dios.Sobre Fray Leopoldo se hace simbólicamente visible el Espíritu Santo, de ahí el lema resaltado en la parte superior que recuerda la promesa de Jesús:" El Espíritu Santo os lo enseñará todo (Jn. 14,26).


En la escena siguiente, se pone de relieve un perfil típico de la espiritualidad de Fray Leopoldo: la devoción entrañable que tenía a María Divina Pastora. La virgen aparece como una luz que irradia resplandores fluorescentes. En la parte superior podemos leer un verso emocionado de un poeta: "La Virgen descendía vestida de Pastora".


Además de la devoción por María Divina Pastora, queda reflejado en otra de las escenas, la devoción al a Cruz de Cristo. Ante esta insignia del cristianismo, Fray Leopoldo se rinde en profunda adoración. Como síntesis del mensaje espiritual del cuadro, aparece una oración familiar de san Francisco:"Te adoramos por tu Santa Cruz".

Y para finalizar el recorrido, la última escena pone de relieve, la honda devoción mariana de Fray Leopoldo: 
"A Jesús por María". En ella aparece fray Leopoldo que cumpliendo con su misión de limosnero le abordan niños y niñas con alegría y afecto.Detrás de él aparece la imagen materna de María y al fondo aparece representada la Alhambra y el perfil de Sierra Nevada.

En la parte superior de la tumba de Fray Leopoldo pudimos observar una frase muy significativa para la fe del cristiano, ya que debemos forjar nuestras vidas, haciendo la voluntad del padre, porque él nunca nos abandonará,nos acompañará siempre,porque nos quiere como hijos suyos que somos: "Dios sabe mejor que nadie lo que nos conviene"
En la bóveda de la cripta, el autor ha plasmado en letra bíblico-franciscana Tau la devoción de las tres Avemarías que caracterizó la vida del beato.
Nada hacía Fray Leopoldo que no tuviese su culminación en tres avemarías. Antes de salir a cumplir con su oficio de limosnero y tras recibir la bendición del padre guardián, rezaba tres avemarías. Cuando alguien le pedía algo, inmediatamente rezaban juntos tres avemarías. Pero era una oración en la que el recogimiento del hermano capuchino era tal que parece como si saliese de este mundo y se transportase más cerca de la Virgen, de su Divina Pastora a la que tanto amó y que tanto le amó.

Después de visitar la cripta, fuimos al mirador de San Cristóbal para ver el hermoso paisaje nevado que el Beato Fray Leopoldo nos regaló.


Fray Leopoldo de Alpandeire fue, 
con su vida normal, testigo de Dios. 
Ayúdanos Señor, a ser testigos 
de tu amor infinito y misericordioso 
a lo largo de nuestra vida.


1 comentario:

  1. Con la lectura, he visitado de nuevo la Cripta del Beato y ya tengo el gusanillo para visitarla otra vez. Gracias Mirian.
    La fotografia nos muestra solo el 50% del grupo, que son maravillosos y el otro 50% está cerca disfrutando del paisaje, la nieve y los buenos comentarios.
    Esta peregrinación es inolvidable y única. La próxima será otra experiencia.

    ResponderEliminar