sábado, 30 de marzo de 2013

VIERNES SANTO: EUCARISTÍA DE LA MUERTE DEL SEÑOR


En este Viernes Santo, que celebramos hoy, Jesús, el Señor, muere en la cruz. El amor de Dios no puede llegar a más; el pecado del hombre tampoco. Jesús entrega su vida por todos y cada uno de nosotros, haciendo así vida su frase “No hay mayor amor que dar la vida por aquellos que se ama”. 


Toda la Iglesia está en duelo, expresado esto también en la ausencia de manteles y adornos, en el silencio de las campanas y en el espíritu de recogimiento. El misterio que celebramos hoy de la dolorosa Pasión de la muerte de nuestro Señor Jesucristo, es evidentemente una cruz dolorosa y sangrante, pero, a la vez,victoriosa y resplandeciente. 

El sacerdote y el diácono revestidos de color rojo, simbolizando así, la sangre derramada por Jesucristo en la cruz, se postran  frente al altar, con el rostro en tierra, recordando la agonía de Jesús. 




Es un signo de profunda humildad,penitencia y adoración de toda la Iglesia, gesto que expresa la pequeñez del hombre ante la muerte del Señor.Es la imagen gráfica del respeto y de la humildad, es un retrato vivo de un hombre que se concentra en la oración, con humildad y con intensa fe ante el Misterio que va a celebrar. 
Al adorar la cruz de Cristo, contemplamos el amor misterioso e inefable de Dios, para que a ejemplo de Jesucristo que dio la vida por nosotros, nos motivemos a vivir con alegría la cruz de Cristo.

Así dice el Señor:
Sufres y me duele verte tan agobiado. 
Yo sé que este cáliz por el que estas pasando es difícil, 
pero no te preocupes que yo te daré fuerzas y valor para enfrentarlo y no solamente te daré mi fuerza y estaré contigo, sino que a partir de este momento 
yo te tomaré en mis brazos y te llevaré en ellos siempre que el camino se haga difícil. 
Yo te amo mucho, más es
necesario que pases por estas pruebas; es más si quieres llorar, 
llora que yo te acompañaré y secaré cada una de tus lágrimas. Recuerda: se acabará el sol y se secará el mar, pero mi amor por ti nunca dejará de ser. Conozco mejor que tú cada cosa que te pasa, comprendo cómo te sientes, mas te repito: no te preocupes, que yo con mi amor sanaré todas tus heridas, te amo tanto, tanto, que volvería a dar mi vida por ti, 
deseo que tengas paz en tu vida. Si tú sufres, si tú lloras, si esto te duele mucho, más me duele a mí. Ya que yo no quisiera que nada perturbara tu paz, así que: 
¡Sonríe porque yo te amo!

JUEVES SANTO:MISA VESPERTINA DE LA CENA DEL SEÑOR Y LAVATORIO DE PIES


La Eucaristía vespertina del Jueves Santo inaugura ya la celebración de la Pascua del Señor. En ella, la Iglesia conmemora aquella última Cena en la cual el Señor Jesús instituyó el sacramento de la Eucaristía como anticipo y memorial de su entrega en la cruz.

Hoy celebramos el Jueves Santo, día del amor fraterno,  haciendo memoria de lo que hizo Jesús en la ultima Cena. Nos donó su cuerpo y su sangre, de esta manera instituyó la Sagrada Eucaristía como sacramento de la Pascua cristiana, el sacerdocio ministerial, y el gran mandamiento del amor. Un amor que expresa el servicio humilde y gratuito, amor en plenitud, en que Jesús dona su vida para la salvación de la humanidad entera.

El apóstol Pablo, en la segunda lectura, asegura a la comunidad de Corinto que el rito de la Eucaristía es verdaderamente conmemoración de la última Cena del Señor y Maestro Jesús antes de morir en la cruz. 
El cuerpo y la sangre de Jesús constituyen el sello de la Nueva Alianza, una alianza que permanecerá hasta la segunda venida del Señor. "Cada vez que comemos de este pan y bebemos de este cáliz, anunciamos tu muerte, Señor, hasta que vuelvas". La Eucaristía es la garantía de nuestro éxodo de cada día. La institución de la Eucaristía es el gesto de amor más grande del Señor hacia su pueblo: no deja sólo un recuerdo, sino que él mismo se nos da como alimento para que superemos nuestras debilidades y no nos desanimemos en nuestro caminar diario.

Jesús en el pasaje del Evangelio,se despide de sus discípulos en forma solemne, con un gesto y ejemplo de servicio que será la principal característica de la misión apostólica. Expresa su amor a los discípulos, haciéndose siervo, les lava los pies. Con este gesto, nos enseña a servir con humildad y de corazón a los demás. Este es el mejor camino para seguir a Jesús y para demostrar nuestra fe en Él. Debemos vivir como servidores unos de otros.



En nuestros días, el sacerdote conmemora, el gesto que Jesús tuvo hacía sus discípulos lavando los pies a doce personas,como signo de amor, humildad y servicio a los demás.

...Pues si yo, el señor y el maestro, os he lavado los pies, también vosotros os los debéis lavar unos a otros. Yo os he dado ejemplo, para que hagáis vosotros lo mismo que he hecho yo. (Jn 13 1-15)


El rito del lavatorio de los pies  nos invita a practicar el mandamiento de la caridad fraterna. 
Lavar los pies al otro es hacerse servidor de todos con amor.

Tras la Eucaristía se trasladó el santísimo al sagrario, donde hubo un tiempo de oración.





Jesús Maestro, te doy gracias y bendigo 
la inmensidad de tu amor por el gran 
regalo de la Eucaristía. 
Por amor 
actualizas y renuevas en 
ella el misterio pascual,
te das como alimento 
en la comunión 
y permaneces 
con nosotros en el sagrario. 
Que te sienta presente en la Eucaristía; 
que yo saque aguas con gozo de las 
fuentes de la salvación. 
Que comprenda y viva cada vez mejor
la Eucaristía,que te reciba siempre con fe y amor, 
y que pueda visitarte diariamente en este sacramento. 
Amén

domingo, 24 de marzo de 2013

DOMINGO DE RAMOS

SHALOM HOSANNA,
 ¡BENDITO EL QUE VIENE EN NOMBRE DEL SEÑOR!


Hoy celebramos la entrada de Jesús en Jerusalén, período donde se conmemora la pasión,muerte y resurrección de Jesús. En el patio de la Iglesia,se bendijo palmas y ramos de olivo.Tras la bendición y la lectura del Evangelio,todos los congregados en el patio parroquial,niños y mayores, conmemoraron yendo en procesión hasta la Parroquia,la entrada triunfal de Jesús en Jerusalén. 

Con la celebración de este día denominado "Domingo de Ramos en la Pasión del Señor", la Iglesia da inicio a esta semana que llamamos Santa; "El domingo de Ramos nos hace revivir la entrada de Jesús en Jerusalén cuando se acercaba la celebración de la Pascua. Estamos aquí, en ambiente de fiesta y de alegría, para empezar la Semana Santa. Estamos aquí porque creemos en Jesús. El nos ha enseñado a vivir, el nos ha enseñado a amar, él nos ha mostrado a Dios, nuestro Padre. Y ahora, al término de su camino, entra en Jerusalén. 


El Evangelio de hoy, nos lo presenta mientras entra en la ciudad rodeado de una multitud jubilosa. Puede decirse que, aquel día, llegaron a su punto culminante las expectativas de Israel con respecto al Mesías. Eran expectativas alimentadas por las palabras de los antiguos profetas y confirmadas por Jesús de Nazaret con su enseñanza y, especialmente, con los signos que había realizado. Al entrar en Jerusalén, Jesús sabe, sin embargo, que el júbilo de la multitud lo introduce en el corazón del misterio de la salvación. 
Allí,como hemos escuchado en el evangelio de la pasión, morirá en una cruz, por amor a todos y cada uno de nosotros.



En el inicio de esta Semana Santa, en la que 
vamos a ir contemplando los misterios centrales 
de nuestra fe cristiana, acudimos a Ti, 
Señor y Padre nuestro, para que envíes 
tu bendición sobre nuestras personas, 
de modo que permanezcamos siempre 
unidos a Jesús, el Señor, y lo manifestemos 
-de forma concreta- estando cerca de cuantos 
necesitan de nuestro compromiso cristiano.
Amén

viernes, 22 de marzo de 2013

HORARIOS PROGRAMADOS PARA SEMANA SANTA



DOMINGO  DE  RAMOS:
10:30:Bendición de ramos de olivo y palmas en el patio parroquial y procesión hasta el templo.
* Celebración de la eucaristía a las  11:00 h. 

MARTES SANTO
* Celebración de la eucaristía a las 19:00h.

MIÉRCOLES SANTO
* La Iglesia permanecerá cerrada para la preparación del Monumento del jueves santo.

JUEVES  SANTO:
* 17:00 h.:SANTOS OFICIOS. 
Misa Vespertina de la Cena del Señor  y lavatorio de pies.
* Hora  Santa: de 23:00 h.
(La iglesia permanecerá abierta toda la noche)

VIERNES  SANTO:
10:00 h.: Oración de Laudes y oficio de Lecturas. 
11:00 h.: Via- Crucis.
17:00 h.:SANTOS OFICIOS.
(Eucaristía de la muerte del Señor) 
* Comienzo de la novena a la Divina Misericordia.

SÁBADO  SANTO:
10:00 h.: Oración de Laudes y oficio de Lecturas  a las 
* Segundo día de la novena a la Divina Misericordia.
23:00 h.: VIGILIA PASCUAL. 
(Eucaristía Resurrección del Señor) 
Tras la Misa, se organizará un pequeño ágape de convivencia,las personas que asistan,compartirán la comida que hayan traído.

DOMINGO DE RESURRECCIÓN
* La celebración de la misa de las 9:00 h. se suspende.
11:30 h.: Celebración de la Misa 
* Tercer día de la novena a la Divina Misericordia.

domingo, 17 de marzo de 2013

V DOMINGO DE CUARESMA


Celebramos hoy el quinto y último domingo de Cuaresma. Domingo tras domingo, hemos ido conociendo cuanto nos ama el Señor, cómo nos acoge, la misericordia que tiene de nosotros y cómo nos perdona.En los días previos se nos ha invitado a la conversión, camino a un encuentro con Cristo. Él nos invita a cambiar nuestra relación con Él y con los demás. 

En el Evangelio de hoy, Jesús dirige estas hermosas palabras a la mujer pecadora: “Mujer, nadie te ha condenado… yo tampoco te condeno… vete y no vuelvas a pecar”… 
No sólo ha sido salvada de una muerte segura, sino que ha sido invitada a rehacer su vida, a volver a la casa del Padre, como el hijo pródigo.
Y, sí, la Cuaresma es esto, una oportunidad de reconocer nuestra condición de pecadores, de ver aquello que no nos permite vivir desde el amor y el servicio a Dios y a los hermano. Es una llamada a no juzgar sino a tener la actitud de Jesús, que viene a salvar. Una llamada a acogernos al amor misericordioso de Dios.
El Evangelio de hoy, nos enseña que tenemos que conocernos a nosotros mismos, cuales son nuestros pecados, cómo debemos tratar y comportarnos con los demás. El encuentro de Jesús con la mujer pecadora es una buena lección para ello. Pone ante nuestro ojos una de las escenas más conmovedoras de la vida de Cristo, y para la existencia de todo hombre. Nos muestra el perdón del Padre, que está esperando nuestro arrepentimiento y nuestro cambio de vida.
El tiempo apremia; ya estamos en la antesala de la Semana Santa y el Señor hoy nos exhorta a que meditemos despacio en su promesa, de ofrecernos una vida nueva, la vida de la gracia y la amistad con Dios. Renovemos nuestra fe y nuestro amor a los demás. Aprendamos de Jesús a ser, cada día, mejores hijos de Dios y hermanos de todos los que nos rodean. Miremos siempre con bondad, aprendiendo del Señor a buscar en cada persona lo bueno que haya en ella.


            
Gracias, Padre bueno, Dios misericordioso,
porque nos amas sin límite,
como nunca comprenderemos.
Gracias porque no tomas en cuenta
nuestros numerosos fallos y debilidades.
No nos cansaremos de repetir tu nombre,
Dios de bondad,porque siempre 
encontramos en Ti comprensión y perdón.
Gracias, Señor, porque tienes misericordia de nosotros,eres nuestro refugio y consuelo y nos 
haces partícipes de tu mismo ser, 
de tu vida, la definitiva, la vida eterna.

domingo, 10 de marzo de 2013

IV DOMINGO DE CUARESMA


Celebramos el Cuarto Domingo de Cuaresma también llamado desde hace muchos siglos Laetare, de la alegría. Y viene ello de la antífona de entrada de la misa en la que, utilizando un texto del profeta Isaías, nos pide que nos alegremos. Es buena lección para aquellos que creen que la Cuaresma es algo triste y deslucido. No es así: nos llega la alegría inmensa de saber que caminamos hacia la Pascua, hacia la Resurrección del Señor, hacia el triunfo definitivo de Jesús.  

La Cuaresma es un tiempo propicio para que, con la ayuda de la Palabra de Dios y de los Sacramentos, renovemos nuestro camino de fe, tanto personal como comunitario. Se trata de un itinerario marcado por la oración y el compartir, por el silencio y el ayuno, en espera de vivir la alegría pascual. La Cuaresma es un camino de CONVERSIÓN. Conversión es, sobre todo, volver a Dios, buscarlo y, encontrándolo, permanecer en Él, vivir en Él, con Él y para Él. Convertirse es morir con Cristo para resucitar con Él. Y debe hacerse con decisión hasta lo más profundo de nuestro ser.

En este domingo, el Evangelio de San Lucas nos invita a la reconciliación, por medio de la parábola del hijo pródigo, contada por Jesús, cuyo protagonista principal: no es el hijo pecador que se aleja, no es el hermano mayor que no sabe nada de cariño y de perdón, es el padre que ama y que perdona, que mira con compasión y misericordia a su hijo arrepentido.Esta parábola contada por Jesús, nos enseña que hemos de saber todos arrepentirnos de corazón y volver a los brazos del Padre que espera pacientemente el regreso de su hijo arrepentido.


                          No podemos nunca dejar de darte gracias, 
Dios nuestro, porque nos has tratado 
como un padre y una madre
y has salido a nuestro encuentro,
te has adelantado a darnos tu cariño,
sin tener en cuenta siquiera 
cómo te correspondemos.
Gracias por ser como eres, puro amor,
pura bondad y generosidad.
Gracias porque estás en nuestro interior,
porque nos sostienes y nos das la vida.

PEREGRINACIÓN A LA CRIPTA DEL BEATO FRAY LEOPOLDO DE ALPANDEIRE, GRANADA

El pasado jueves, día 28 de febrero, tuvo lugar la peregrinación a la Cripta del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, en Granada.  Tras un largo viaje a causa de los contratiempos de la meteorología, llegamos a la cripta, donde celebramos la eucaristía, siendo ésta presidida y celebrada por el padre Carlos. Una vez allí,el fraile capuchino, guardián de la cripta del Beato, dio una charla y explicó cada una de las pinturas como veremos a continuación.
El autor de la decoración de la Cripta,el P. Hugollino de Belluno, selecciona 10 episodios representativos de la vida de Fray Leopoldo y los plasma mediante la técnica del fresco injertado en el grafito.
Comienza representando a Fray Leopoldo cuando era un muchacho pastoreando un rebaño de ovejas, que al ver a una mujer pobre con un niño en brazos, le regala su comida. Detrás de esta imagen, podemos observar representada en azul a la madre de Dios. Muestra el corazón misericordioso, la caridad que en nombre del Señor  tuvo aquel muchacho; de ahí la frase evangélica colocada en lo alto del cuadro: 
"Tuve hambre y me disteis de comer"(Mt.25,35)

En el siguiente cuadro aparece representado mientras segaba con su hermano Juan, éste quiso dar a un mendigo el salario que había ganado, pero su hermano se lo impidió. Entonces Fray Leopoldo, optó por dar al pobre sus propios chanclos.Detrás del pobre, aparece la imagen luminosa de Cristo.Una vez más podemos ver el significado humanitario y bondadoso de la vida del beato, respondiendo a la frase que encontramos en la parte superior del cuadro: 
"Estuve desnudo y me vestisteis" (Mt.25,36)


El siguiente cuadro, recoge un momento trascendental en la vida de Fray Leopoldo: el paso misterioso del Señor provocando en su alma el deseo de ser capuchino.Detrás de los dos predicadores, se proyectan las imágenes de san Francisco y san Antonio, apareciendo en primer plano Fray Leopoldo puesto de relieve por la figura de un capuchino a su lado, en la parte superior podemos leer, el anhelo de Fray Leopoldo por pertenecer a este colectivo :
"Quiero ser capuchinos como ellos".

En la siguiente escena, aparece Fray Leopoldo cumpliendo con la misión encomendada por sus superiores de ser limosnero. Esta labor, le acarreó insultos, dificultades, incluso hasta pedradas que ponían en peligro su integridad física, pero Fray Leopoldo no se cansaba y seguía con su labor a pesar de todo. Aparece representado con las alforjas al hombro, encorvado, subiendo una escala empinada, tras las huellas ensangrentadas del vía crucis del Señor. Detrás de él, aparece la imagen de Jesús con la cruz; y en la parte superior uno de los consejos de Fray Leopoldo: "Recibamos lo que nos dan, bueno y malo".


A continuación aparece representado en su labor como hortelano.La imagen luminosa del Padre lo enmarca haciendo de fondo, de fondo a él y ala simbólica frase de Jesús:"Ego sum vitis vera...et Pater meus agricola est" (Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el viñador) (Jn.15,1). En la parte superior de la imagen, podemos recordar una de las confesiones que Fray Leopoldo solía hacer a los labradores: "Soy un campesino como vosotros".


En la siguiente escena, podemos ver a Fray Leopoldo en su servicio como enfermero cuidando a un hermano de su Comunidad que se encuentra enfermo. Detrás de los dos se proyecta el episodio del buen samaritano; todo esto traducido en la frase evangélica que corona la escena: "Estuve enfermo y me visitasteis"(Mt.25,36).


El el siguiente grafito, aparece recogido un episodio revelador de la sabiduría espiritual de Fray Leopoldo, que acompañado de un teólogo de la Orden se entretiene conversando con un arzobispo que recaba sus consejos de hombre de Dios.Sobre Fray Leopoldo se hace simbólicamente visible el Espíritu Santo, de ahí el lema resaltado en la parte superior que recuerda la promesa de Jesús:" El Espíritu Santo os lo enseñará todo (Jn. 14,26).


En la escena siguiente, se pone de relieve un perfil típico de la espiritualidad de Fray Leopoldo: la devoción entrañable que tenía a María Divina Pastora. La virgen aparece como una luz que irradia resplandores fluorescentes. En la parte superior podemos leer un verso emocionado de un poeta: "La Virgen descendía vestida de Pastora".


Además de la devoción por María Divina Pastora, queda reflejado en otra de las escenas, la devoción al a Cruz de Cristo. Ante esta insignia del cristianismo, Fray Leopoldo se rinde en profunda adoración. Como síntesis del mensaje espiritual del cuadro, aparece una oración familiar de san Francisco:"Te adoramos por tu Santa Cruz".

Y para finalizar el recorrido, la última escena pone de relieve, la honda devoción mariana de Fray Leopoldo: 
"A Jesús por María". En ella aparece fray Leopoldo que cumpliendo con su misión de limosnero le abordan niños y niñas con alegría y afecto.Detrás de él aparece la imagen materna de María y al fondo aparece representada la Alhambra y el perfil de Sierra Nevada.

En la parte superior de la tumba de Fray Leopoldo pudimos observar una frase muy significativa para la fe del cristiano, ya que debemos forjar nuestras vidas, haciendo la voluntad del padre, porque él nunca nos abandonará,nos acompañará siempre,porque nos quiere como hijos suyos que somos: "Dios sabe mejor que nadie lo que nos conviene"
En la bóveda de la cripta, el autor ha plasmado en letra bíblico-franciscana Tau la devoción de las tres Avemarías que caracterizó la vida del beato.
Nada hacía Fray Leopoldo que no tuviese su culminación en tres avemarías. Antes de salir a cumplir con su oficio de limosnero y tras recibir la bendición del padre guardián, rezaba tres avemarías. Cuando alguien le pedía algo, inmediatamente rezaban juntos tres avemarías. Pero era una oración en la que el recogimiento del hermano capuchino era tal que parece como si saliese de este mundo y se transportase más cerca de la Virgen, de su Divina Pastora a la que tanto amó y que tanto le amó.

Después de visitar la cripta, fuimos al mirador de San Cristóbal para ver el hermoso paisaje nevado que el Beato Fray Leopoldo nos regaló.


Fray Leopoldo de Alpandeire fue, 
con su vida normal, testigo de Dios. 
Ayúdanos Señor, a ser testigos 
de tu amor infinito y misericordioso 
a lo largo de nuestra vida.


domingo, 3 de marzo de 2013

III DOMINGO DE CUARESMA


Celebramos hoy, el Tercer Domingo de Cuaresma, tiempo de peregrinación hacia la Pascua y tiempo privilegiado de gracia y de conversión. Cada Cuaresma, es una oportunidad más para volver al Dios vivo, manifestado plenamente en Jesucristo. Cada Cuaresma, es una llamada incesante a la conversión para todos nosotros. Debemos tomar esta llamada en serio. El Señor nos ofrece el perdón y la misericordia, pero al mismo tiempo, nos pide que nos esforcemos decididamente para cambiar nuestra vida.


En este Tercer Domingo de Cuaresma, la Liturgia nos alienta a continuar el camino de la conversión, como marco principal del itinerario cuaresmal, además, nos muestra la importancia de la reconciliación.

Con la parábola de la higuera estéril Jesús nos invita a dar "frutos que siempre permanezcan".
Debemos observar el ejemplo de Dios y dejar atrás los rencores, ver siempre con la mirada de Dios, que es un Padre Misericordioso. Es un proceso, en el cual está inmerso todo cristiano que responde al llamado de Dios, a un cambio cimentado en la fe y confiado en el perdón, de esta manera daremos el fruto que el Señor espera de nosotros. Estamos a la mitad de la Cuaresma y es un buen momento para recapacitar y ver cómo van nuestros esfuerzos de conversión. Sabemos que Él nos ayuda y tiene paciencia con nosotros, como el viñador con la higuera… se puede esperar todavía antes de cortarla.

Te damos gracias Padre Misericordioso 
porque nunca nos abandonas 
a nuestra propia suerte. 
Cuando enviaste a Jesús, tu Hijo amado, 
llegó la plenitud de los tiempos, 
y se hizo realidad la redención. 
¿Dónde? en la Cruz, cuando Tú lo resucitaste. 
Te pedimos ahora Padre, que sigas 
mirando con amor la planta que tú sembraste. 
Nosotros somos como esa higuera, 
que a veces no te da fruto, pero que aun así , 
Tú la abonas con sabiduría y amor 
cuando nos apartamos de ti por nuestros pecados. 
Señor, síguenos cuidando con tu palabra y tu perdón. 
Amén.


SEÑOR, HAZME VOLVER A TI