domingo, 5 de enero de 2014

SOLEMNIDAD DE LA EPIFANÍA DEL SEÑOR. CICLO A

Celebramos hoy la Solemnidad de la Epifanía del Señor: la manifestación de Dios a todos los hombres, en su Hijo, Jesucristo, el Mesías. La Liturgia nos presenta la manifestación de Jesús, recién nacido, a todos los pueblos. Este hecho se realiza representado por unos Magos venidos de Oriente. 
El significado de este episodio, sigue siendo importante también hoy, para toda la humanidad: la salvación que Dios ofrece por Jesucristo, es para todos los hombres sin excepción. Él quiere darse a conocer como luz de todos y para todos, esto es lo significativo de este día, su sentido universal, la presencia amorosa de Dios, a toda la humanidad.

Las fiestas de Navidad y Epifanía son inseparables. La una lleva a la otra y le da la razón de ser. De nada serviría al hombre que hubiera nacido para él un Salvador, si ese Salvador permaneciera oculto y desconocido. La Navidad celebra el nacimiento del Salvador y la Epifanía es su presentación al mundo. Ambos misterios son obra del Padre Dios. 

La Palabra de Dios, en este día, es el mejor regalo de Dios y de los Magos. Tres lecturas que nos dan luz para no perder el ánimo, para aprovechar la gracia que Jesús nos trae en un humilde pesebre y, sobre todo, la llamada a adorar con todas las consecuencias al que es Dios y como consecuencia, a dar razón y testimonio de su presencia en medio del mundo. Que nuestra atención sea nuestra mejor acogida al gran regalo de la Palabra de Dios.

Epifanía es algo más que una noche de sueños y regalos. Es la fiesta de la luz que ha brillado en medio de las tinieblas del mundo para que todos los hombres de toda condición y raza puedan encontrar al Salvador, nacido de María. Los Magos son testigos de esa muchedumbre que busca la luz en medio de las tinieblas y la alegría en medio de tanto pesares. El creyente o el que busca a Dios debe encarnar las tres actitudes fundamentales de los peregrinos de Oriente:

1. Contemplar a Dios. Los Magos descubrieron el querer de Dios en contacto con el universo y con la palabra del Señor.

2.La unión de ambas realidades. Ésto, ayudó a los Magos a descubrir los signos de Dios y sus promesas.

3. Hacer de la fe un camino. Creyeron en el signo y emprendieron un camino de búsqueda del Señor. Entre luces y sombras llegaron a Belén.

El camino de la fe conduce al misterio aceptado y venerado.
Aceptar y conocer a Jesús como Salvador. Los Magos le ofrecieron sus dones como Mesías, nosotros hacemos la ofrenda del don de todo nuestro ser, reconocer a Jesús como el Salvador.


Porque, como exploradores de Dios,
no queremos perderlo en el horizonte de nuestra vida
porque, como hombres y mujeres de fe,
queremos llegar hasta el Señor, y ante El postrarnos,
y ofrecerle el incienso de nuestra admiración,
el oro de la riqueza de nuestra fe
junto a la mirra de nuestros pecados y fragilidad
VENIMOS EN BUSCA DE UNA ESTRELLA
Que nos haga creer, que Dios no se desentiende del mundo
palpar, que Dios espera al final de su destello
vibrar, al impresionarnos por todo un Dios humanado
VENIMOS EN BUSCA DE UNA ESTRELLA
Ayúdanos, Señor, a no perder de vista el cielo
aquella gran casa donde, con luz divina,
viven y se nos muestran infinidad de estrellas.

Amén.

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