martes, 26 de abril de 2016

LA VIRGEN DE FÁTIMA LLEGA A LA PARROQUIA.


El pasado domingo, día 24 de abril, la Virgen de Fátima bajó en procesión a la Parroquia para quedarse y acompañarnos durante todo el mes de mayo.

Los niños y niñas de catequesis y confirmación de nuestra Parroquia, fueron acompañados de sus catequistas y sus padres, al encuentro de la Virgen en procesión, rezando y cantando, expresando su alegría llevando globos blancos y amarillos; y portando además el pasito de los tres pastorcitos a los que la Virgen de Fátima se les apareció: Francisco, Jacinta y Lucía.


Las chicas del Ministerio Musical "Ángeles de Dios" de nuestra Parroquia amenizaron durante toda la procesión con sus alegres cantos dedicados a la Virgen.


A la altura del puente de la calle Sagrado Corazón, se produjo el emotivo encuentro de los niños con la Virgen de Fátima, a la que cantaron y vitorearon.


Tras el emotivo encuentro, todos, pequeños y mayores, nos dirigimos a la Parroquia, lugar donde se celebró la Santa Eucaristía.
 


El Coro "Sal y Arena" acompañó con sus cantos.


Una vez terminada la Eucaristía, se le cantó a la Virgen de Fátima, el tradicional canto "En la rama de una encina".


Buena Madre estoy aquí, quiero rezar, te quiero hablar. Buena Madre has sido Tú, con sencillez, creyente fiel. En tu regazo quiero estar, cerca de Ti. Como un pequeño te daré, todo mi ser acéptalo. 
 Buena Madre veo en Ti, a una mujer, llena de luz. 
 Buena Madre por la fe, sálvame de la oscuridad. 
Mira a tus hijos caminar buscando luz. 
Lleva la angustia y el dolor, danos tu paz, acógenos.
Buena Madre, nuestra Buena Madre.
AMÉN

miércoles, 20 de abril de 2016

ACTOS PROPUESTOS PARA EL MES DE MAYO


Domingo 24 de abril.
*19:00 hrs.: Bajada de la Virgen de Fátima en procesión, desde la Capellina a la Parroquia. 

*19:15 hrs.: Los niños de Catequesis junto a sus catequistas saldrán desde la Parroquia portando a los tres pastorcitos en procesión, al encuentro de Ntra. Sra. de Fátima, que se producirá en la calle Sagrado Corazón  prosiguiendo después la procesión hacia la Parroquia donde se celebrará la Santa Misa.

*20:00 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

Domingo 1 de Mayo

*11:30 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

*20:00 hrs.: Eucaristía de intención por los Catequistas.

Miércoles 4 de Mayo

Concentración de todas las responsables de las Capillitas.

Domingo 8 de Mayo

*11:30 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

*20:00 hrs.:Eucaristía Bendición a los matrimonio de nuestra parroquia.

Lunes día 9 de Mayo

*18:00 hrs.: Presentación de los niños a la Santísima Virgen de Fátima.

Viernes día 13 de Mayo*08:00 hrs.: Celebración de la Eucaristía. Seguidamente se realizará la exposición del Santísimo, estando expuesto en la Parroquia durante todo el día.

*12:00 hrs.: Ofrenda Floral del Colegio Isidoro Visuara.

*19.30 hrs.: Rezo del Santos Rosario.


*20.00 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

Domingo día 15 de Mayo

*11:30 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

*19.30 hrs.: Rezo del Santos Rosario.

*20.00 hrs.:  
Eucaristía de intención por las Colonias de inmigrantes.


Domingo día 22 de Mayo

*11:30 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

*19.30 hrs.: Rezo del Santos Rosario.

*20.00 hrs.: Eucaristía de intención por los grupos parroquiales de Cáritas, Oración y Renovación Carismática.

Domingo día 29 de Mayo

*11:30 hrs.: Celebración de la Eucaristía.

*19.30 hrs.: Rezo del Santos Rosario.

*20.00 hrs.: Eucaristía de intención por los devotos miembros de la Asociación “Nuestra Señora de Fátima”.

Martes día 31 de Mayo

*19.30 hrs.: Rezo del Santos Rosario.

*20.00 hrs.: Eucaristía de intención: Año Mariano Colegio Huerta de la Cruz.

Sábado día 4 de Junio
La Virgen saldrá a la puerta principal de la parroquia después de la Eucaristía de las 10:00 hrs. de la mañana y regresará al Altar a las 13:00 hrs.

Domingo día 5 de Junio 
*19:00 hrs.: Celebración de la Eucaristía y traslado de la Virgen desde el Templo parroquial a la Capellina.

domingo, 10 de abril de 2016

IIIº DOMINGO DE PASCUA. CICLO C


En este IIIº Domingo de Pascua sigue resonando la gran alegría que nos trajo el Domingo de Resurrección: ¡el Señor está aquí en medio de nosotros! Además, nos invita a participar de su Cuerpo y de su Palabra. El Señor está en medio de nosotros y, su fuerza resucitada, nos tiene que hacer ser testigos de su amor y de su presencia.

La fe en Jesús movió los corazones de los apóstoles. Hoy, en la liturgia nos quedaremos asombrados de la gigantesca fe de estos amigos de Jesús. Fueron capaces de reconocer su presencia y, sobre todo, obedecer a Dios antes que a los mismos hombres.

En la Primera Lectura (Hch 5, 27b-32. 40b-41) Pedro y los otros apóstoles no tardan en experimentar lo que significa confesar y anunciar a Cristo resucitado. El testimonio de los apóstoles suscita reacciones en las autoridades religiosas y políticas de Jerusalén. Pedro afirma con valentía que hay que obedecer a Dios antes que a los hombres.

Este Salmo (29) "Te ensalzaré, Señor, porque me has librado" era originariamente de agradecimiento al Señor por haber librado de grave enfermedad a los fieles judíos. Después, y tras la victoria de los Macabeos se utilizó como dedicación del Templo de Jerusalén. Para nosotros hoy tiene resonancias de reconciliación ante pecados y faltas pasadas y la curación de nuestras penas.

En la Segunda Lectura (Ap 5, 11-14) se nos dice que: “Digno es Cristo de recibir la sabiduría, el honor, la gloria, el poder y la alabanza”; y eso nos da el conocimiento de que podremos sentir, siempre, a Jesús a nuestro lado.

En el Evangelio (Jn 21, 1-19) leemos como una vez más, el lago de Tiberíades vuelve a ser un lugar de encuentro con el resucitado. En el marco de la pesca milagrosa, Jesús ofrece a los apóstoles una comida, confirma a Pedro en su misión y establece el Amor como signo del servicio pastoral y guía de la nueva comunidad inaugurada. 


¡Por tu nombre, Señor!
Te amaré hasta el final y, amándote como Tú mereces,
sembraré de fraternidad y de perdón mis caminos, de alegría y de belleza los corazones de los que te anhelan, de regocijo y de seguridad los rostros cansados de tantos caminos retorcidos.
Amén 

lunes, 4 de abril de 2016

CELEBRACIÓN DE LA ANUNCIACIÓN DEL SEÑOR.


Hoy celebramos la festividad de la anunciación del Señor, fiesta desplazada a esta fecha por coincidir con la Semana Santa.

Esta gran fiesta tomó su nombre de la Buena Nueva anunciada por el Arcángel Gabriel a la Santísima Virgen María, referente a la Encarnación del Hijo de Dios. Era el propósito divino dar al mundo un Salvador, al pecador una víctima de propiciación, al virtuoso un modelo, a esta doncella –que debía permanecer virgen- un Hijo y al Hijo de Dios una nueva naturaleza humana capaz de sufrir el dolor y la muerte, afín de que Él pudiera satisfacer la justicia de Dios por nuestras transgresiones.

El mundo no iba a tener un Salvador hasta que Ella hubiese dado su consentimiento a la propuesta del ángel. Lo dio y he aquí el poder y la eficacia de su Fíat. En ese momento, el misterio de amor y misericordia prometido al género humano miles de años atrás, predicho por tantos profetas, deseado por tantos santos, se realizó sobre la tierra. En ese instante el alma de Jesucristo producida de la nada empezó a gozar de Dios y a conocer todas las cosas, pasadas, presentes y futuras; en ese momento Dios comenzó a tener un adorador infinito y el mundo un mediador omnipotente y, para la realización de este gran misterio, solamente María es acogida para cooperar con su libre consentimiento.

domingo, 3 de abril de 2016

IIº DOMINGO DE PASCUA. CICLO C. DOMINGO DE LA DIVINA MISERICORDIA.


Hermanos/as, a los ocho días de la Pascua, Jesús de nuevo está con nosotros como lo estuvo con sus apóstoles. Pero, no siempre, tenemos claras las cosas. Hay personas que dicen no creer, no esperar e, incluso, dudar de la Resurrección del Señor. Hoy, como Santo Tomás, pidamos al Señor que nos ayude a gritar la siguiente frase: “Señor mío y Dios mío”. Hoy, además, en este Domingo Segundo de Pascua, celebramos la fiesta de la Divina Misericordia, instituida por el siempre recordado San Juan Pablo II.

Las lecturas de este día, tienen un sabor a comunidad. Los primeros cristianos quedaron tan impactados por la Resurrección de Cristo que deseaban vivir como Jesús les indicó: sirviendo los unos a los otros y siendo una gran familia. En el Evangelio vemos las dudas de Tomás cuando, sus amigos, le dicen que habían visto al Señor. Él no lo creía.

La Primera Lectura (Hch 5, 12-16)  nos presenta ya a los discípulos fuertes y convencidos, tras la llegada del Espíritu, en Pentecostés. Pedro y los demás continúan la obra de Jesús, curando enfermos y enseñando paz y amor. 

Este Salmo (117) "Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia" era el Himno principal de la liturgia judía de la Fiesta de los Tabernáculos, de las Tiendas. Se cantaba en procesión. El salmista se inspiró en los éxitos militares de Judas Macabeo contra los sirios. Para nosotros es, hoy, una confirmación del éxito mesiánico de Jesús. Es la piedra angular despreciada por otros y fundamental para nuestra vida. 

En la Segunda Lectura (Ap 1, 9-11a. 12-13. 17-19)  la especial profecía de Juan nos habla de la gloria celeste de Jesús, el Resucitado.Un domingo, Juan, el “discípulo amado”, desterrado en la isla de Patmos, tiene una visión. Ve al que es el principio y el fin, el que vive, y oye una voz que le invita a escribir todo lo que vea. El Cristo de la Pascua está presente en medio de la comunidad que lo celebra en el día del Señor.

En el Evangelio (Jn 20, 19-31) vemos como es difícil creer en la vida cuando rodea la muerte. Los apóstoles han vivido la experiencia de la muerte de Jesús y ahora se abren al misterio y al don de la Resurrección. El que había sido crucificado se aparece con los signos de su pasión y muerte. Pero ya no está condicionado por las leyes del cosmos, no conoce barreras. Él comunica paz y da su Espíritu. Y al que era incrédulo, lo hace creyente. 


¡Con mi Iglesia, creo en ti, Señor!
Porque, sé que, los Apóstoles débiles y santos, con virtudes y defectos, nos han dejado esta Iglesia que es Madre y sierva, Santa y pecadora, grande y pequeña, rica y pobre, pero esplendorosa por 
la alegría de tu Pascua Resucitadora.
¡ALELUYA, CREO, CON TU IGLESIA, EN TI SEÑOR!