lunes, 26 de agosto de 2013

XXIº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Celebramos ayer el XXIº Domingo del Tiempo Ordinario. Decir que Jesús habla de salvación y sabemos que Dios Padre quiere que todos nos salvemos. La promesa es muy importante y su consecución –el ser salvos—nos dará la felicidad eterna. Pero hemos de trabajar para conseguirlo. Dios nos ha creado libres y podemos adoptar el camino fácil y la puerta ancha. Nuestro mundo de hoy, como el de tiempos de Jesús, ofrece muchas falsas ofertas de puertas anchas que llevan a la nada. Pero es la oferta de Jesús, la de la humildad y la del amor, la que nos salva. ¡Qué nadie nos engañe!

La liturgia es una especie de brindis de salvación universal, se nos dice que en el nuevo pueblo de Dios, han terminado todas las diferencias de raza, color o lengua, ya que todos somos herederos de la Promesa. Pero para entrar en este pueblo, tenemos que pasar por el sufrimiento, por la corrección fraterna del Padre, y Él lo hace para hacernos partícipes de su santidad. Tenemos que admirar la providencia salvadora de Dios, quien llama a sus hijos de todas partes de la tierra, incluyendo la nuestra.

La Primera Lectura (Is 66,18-21) nos marca el camino de salvación: expandir la Palabra de Dios por el mundo entero, sin limitación alguna. Pero todos hemos de colaborar. Jesús y los hermanos esperan de nuestro esfuerzo.

El Salmo  "Id al mundo entero y proclamad el Evangelio"
guarda especial relación con la primera lectura del profeta Isaías, nos muestra cada vez que lo proclamamos, la misión universal de todos los cristianos, debemos ir por todo el mundo anunciando la Buena Noticia,proclamando el Evangelio, la Palabra de Dios.

En la Segunda Lectura (Heb 12,5-7.11-13) nos enseña que las penalidades que se nos presenten es este mundo hemos de sobrellevarlas con humildad y sentido penitencial, añadiendo además, que Dios, como buen Padre que es, nos ayuda y educa en nuestro camino. Y si es necesario nos reprende.

En el Evangelio de Lucas (Lc 13,22-30) aparece una pregunta espontánea: "Señor, ¿serán pocos los que se salven?"; ésta dará lugar a que Jesús trate un tema fundamental: cuál será el número de los que se salven. Es voluntad del Padre que los hombres y mujeres de todos los tiempos se salven, pero en libertad y con esfuerzo,buscando la puerta estrecha, que nos parece la menos atractiva, pero que es el único paso verdadero.


CORRÍGEME, SEÑOR
Necesito vivir en tu presencia 
para que 
la soledad no me atrape.
Necesito de tu Palabra eterna 
y huir de las falsas 
y huecas 
que la vida, Señor, 
se acaba, pasa…y no vuelve.
Que temo mal vivir, si no vivo contigo,
desgastarme sin ofrecerte de mí lo mejor
morir y, por el sendero, haber dejado sólo tropiezos.
Y, adentrarme por puertas espaciosas
que me han conducido a la infelicidad y desencanto
CORRIGEME, SEÑOR
Aún estoy a tiempo: 
de dar con la puerta 
que conduce a tu Paraíso 
,de abrir la puerta 
que lleva a la felicidad auténtica, 
de empujar la puerta que me enseña la eternidad, 
de contemplar, 
detrás de tu puerta, 
que sólo vives Tú, 
que sólo reinas Tú 
y que, en el cielo, 
aún siendo difícil entrar 
la llave y la clave 
la tenemos en la FE que Tú nos das
Amén


domingo, 18 de agosto de 2013

XXº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO

Celebramos el XXº Domingo del Tiempo Ordinario, y la iglesia nos invita hoy a poner nuestros ojos y corazones en el Señor. Necesitamos crecer en la fe, en la búsqueda de las cosas del Señor. La vida de fe exige caminar vigilantes, para no caer en los peligros ni dejarnos engañar por el enemigo. Con la ayuda que Dios siempre nos presta, y mutuamente apoyados en los hermanos, caminaremos en presencia del Señor y daremos testimonio de nuestra fe.

En la Primera Lectura (Jer 38,4-6.8-10), 
Jeremías es rechazado por su propia gente así como pasa con los demás profetas.

El Salmo, Señor date prisa en socorrerme, es para nosotros hoy una llamada al auxilio inmediato de Dios. Con este versículo, le pedimos al Señor que nos ayude en nuestro caminar, para que nunca nos desviemos de la verdad plena, la verdad auténtica que viene de él.

La Segunda Lectura (Heb 12,1-4) nos invita a asumir con gran libertad de espíritu y sin temores el combate de la fe. De esta forma podremos seguir el ejemplo de Cristo, el que derramó su sangre por nosotros.

En el Evangelio (Lc 12,49-53), el seguimiento de Jesús implica estar dispuestos a abrazar la cruz de la renuncia, del sufrimiento y del conflicto. Como Cristo, el cristiano seguirá siendo siempre “signo de contradicción”

La liturgia de este día nos traen a la memoria los muros que tuvieron que saltar los profetas o las primeras comunidades cristianas, para ser coherentes con su fe. 
El profeta Jeremías ya iba a experimentar el efecto de lo peligroso que es defender la verdad. La división anunciada por Jesús es de la misma naturaleza que la que sufrió Jeremías. Nos va a llamar mucho la atención hoy que el Príncipe de la Paz, que es Jesús de Nazaret, nos anuncie que va ser causa de división y que quiere prender fuego al mundo. Pero es que, a veces, la lucha por la verdad es difícil e irrenunciable. Nosotros también hemos de luchar, contra viento y marea, por la verdad de Jesús, aunque a muchos, cerca de nosotros, no les guste. Pero hemos de llevar esa verdad hasta los confines del mundo para triunfe la paz y el amor.

El seguir a Jesús es una constante lucha con el mundo, es un combate espiritual que se vive día a día haciendo frente al rechazo. La invitación es perseverar en la fe y en el seguimiento de Cristo que nos da la fuerza para seguir adelante sin desfallecer.
Que el Señor, que nos tiende su mano, nos ayude a vivir con ánimo y fortaleza nuestra pertenencia a su familia.

Te dejaré entrar hasta las alcobas más íntimas.
No te retendré en el umbral.
Despojado de todo,excepto de mi deseo por ti,
te esperaré despierto,atento, alegre,dispuesto...
Sólo quiero la brisa de tu presencia
y el abrazo de tu amor.

lunes, 12 de agosto de 2013

XIXº DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO


Dios ha querido hacernos partícipes y constructores de su reino. Esto reclama una actitud despierta, atenta, en tensión hacia el objetivo que se nos ha confiado. 
El domingo pasado, Jesús nos decía: “Cuídense de toda avaricia”. Hoy nos invita al desprendimiento, a dar limosna, a acumular un tesoro inagotable en el Cielo. Para eso necesitamos estar alertas, tener una actitud vigilante que solo la fe puede sostener.

En este XIXº domingo del Tiempo Ordinario, Jesús nos inculca confianza y nos previene contra un obstáculo muy serio: la codicia... porque donde está nuestro tesoro, allí también estará nuestro corazón.Como Cristianos nos ha de mover la fe, la esperanza y la confianza en Dios, para permanecer atentos y fieles a sus designios.
En la primera lectura (Sab 18, 6-9) se nos invita a tener confianza en Dios que es nuestro Salvador, al igual que lo fue para los Israelitas que confiaron en su bondad.

En el salmo de hoy, Dichoso el pueblo a quien Dios escogió como heredad, expresamos nuestra alegría por tener un Padre bondadoso con todos nosotros.

En la segunda lectura(Heb 11,1-2.8-13.16-19) San Pablo nos recuerda la importancia de la Fe. Esa Fe que todos hemos de profesar a Dios como respuesta a su infinito amor.

Y en el Evangelio de Lucas (Lc 12,32-48) Jesús nos invita a estar siempre vigilantes en la espera del Señor, a comprometernos con todo lo que implica ser seguidor suyo.



Te alabamos, Padre nuestro del cielo,porque Jesús 
es el camino, la verdad y la vida.Te damos gracias de todo corazón,porque Jesús nos enseñó el camino 
de la felicidad verdadera,la felicidad que sacia sin saciar, 
que llena sin sobrar.Te bendecimos con la lengua, 
con el cuerpo y con el alma,porque Cristo 
es el tesoro que, solo debido a Ti, podemos alcanzar. 
No permitas, Padre, que prefiramos tener cosas a ser personas.
Más que bienes, necesitamos razones para vivir, amar,y compartir con los hermanos lo poco o lo mucho que tengamos.
Enséñanos, por tu Espíritu, la sabiduría de la vida,y ayúdanos a elegir con alegría ser pobres con Cristo y por Cristo.Que no caigamos en la tentación de amontonar bienes perecederos,que defraudan nuestro corazón, porque se cae en la idolatría.
Que, cuando tú vengas, nos encuentres con las manos ocupadas 
en la tarea de amarte a ti y, por amor, servir a nuestros hermanos.Escucha esta oración, Padre nuestro del cielo.
Amén.

miércoles, 7 de agosto de 2013

CÁRITAS PARROQUIAL, BALANCE Y SITUACIÓN DE LA MISMA


Cáritas Parroquial se ve obligada a cerrar sus puertas en el mes de agosto, debido a la falta de recursos para poder atender a las familias que de forma masiva han acudido durante este año,viéndose obligadas a pedir esta ayuda.

La crisis ha cambiado mucho el perfil de las personas que se acercan a pedir ayuda. Aumentan las familias jóvenes con niños pequeños, en primer lugar; parados recientes que comienzan a agotar la prestación por desempleo y a entrar en situación de "ingreso cero" en sus hogares; hombres solos sin hogar y en paro; mujeres mayores con pensiones mínimas, e inmigrantes en situación irregular.
Gracias a la ayuda prestada por parte del Banco de Alimentos, otras parroquias y colegios,las cuotas de socios, las colectas parroquiales y los donativos de muchas personas concienciadas con la situación de crisis que azota en estos momentos a nuestro país, hemos podido hacer frente a meses bastante duros en los que veíamos como aumentaba de forma masiva el número de familias atendidas,mientras los alimentos comenzaban a escasear. Hemos pasado de 25 familias a 40 familias atendidas por semana.










Desde aquí, en nombre de Cáritas y de sus voluntarios queremos agradecer a toda institución, grupo y/o personas que con su colaboración económica y la aportación de alimentos realizada durante estos años, han hecho posible la atención de centenares de familias, subsanando,en la medida de lo posible, las primeras necesidades de éstas.
También instamos a todo aquel que quiera colaborar con nosotros,de forma económica o aportando diversos alimentos de primera necesidad, a contribuir en esta tarea de ayudar al prójimo. 

"Ayudar al prójimo nunca es una pérdida de tiempo."